Diego Carlos está siendo presionado por el Newcastle para fichar ya por el club inglés, que desde otoño pasado ha recibido una enorme inyección económica al ser comprado por el Fondo de Inversión Pública (FIP) de Arabia Saudí, cuyo ejecutivo Yasir Al-Rumayyan ya manda en el club blanquinegro, apoyándose en el príncipe saudí Mohammed bin Salman.

Según avanzan desde Inglaterra, el Newcastle ha realizado una nueva oferta al Sevilla de hasta 45 millones de euros por el central brasileño, al que también presiona con un contrato de cuatro años y unos ingresos superiores a los que le ofrecen en Nervión, club que a través de Monchi ya anunció que su renovación era prácticamente un hecho.

"Ocampos y Diego Carlos están solucionados hace tiempo, aunque han estado en segundo plano por cosas estratégicas del club", dijo en Radio Marca antes de Navidad. Pero todavía no ha sido anunciada su renovación y ahora llega la amenaza de los petrodólares que llegan desde Newcastle.

Al-Rumayyan es presidente del consejo del gigante petrolero estatal Saudi Aramco. Ahí es nada. Y obró la compra del 80% de las acciones del club inglés en octubre, después de vencer las reticencia de la Premier League, dado que uno de sus principales patrocinadores, BeIN Sports, la plataforma televisiva, acusa a Arabia Saudí de pirateo televisivo con esa cadena. 

Pues el desembarco se produjo con una inyección de 360 millones de euros y las consecuencias para reflotar al histórico Newcastle, que lucha por la permanencia, ya están ahí: han fichado a Trippier del Atlético y ahora van a por un delantero centro y un central. Están dispuestos a gastar 100 millones ahora en enero para salvar la nave blanquinegra antes de acometer un gran proyecto en verano.

En la terna para el puesto de central están Botman, por el que el Lille se ha plantado y no aceptaría ni 30 millones de euros; Badiashile, por quien el Mónaco tampoco quiere negociar; y Diego Carlos, con esa oferta de entre 40 y 45 millones de euros de la que se habla en Inglaterra. 

En otro contexto, posiblemente el Sevilla aceptaría una oferta de tal calibre por su futbolista. Pero Diego Carlos es un pilar clave en el equipo, mermado además como está de efectivos y con apenas tres centrales específicos en la plantilla.

Jugándose lo que se juega en enero, y también en febrero, ya en la Europa League, el Sevilla, es impensable que el club de Nervión ceda a la presión de Al-Rumayyan y los petrodólares saudíes. Pero que Diego Carlos está siendo tentado es una realidad, y que esto también puede influir en su renovación, "ya cerrada" según Monchi, es otra consecuencia posible.