El héroe del Sevilla por segundo partido consecutivo, Marko Dmitrovic, daba normalidad a la situación tras el partido ante el Almería. Primero se preocupaba por su compañero Bono, que fue evacuado en camilla, con collarín y visitó el hospital.

"Fue una  victoria muy sufrida. Primero quiero desear la recuperación de mi amigo, mi compañero", decía el serbio, que con sus intervenciones, sobre todo dos con Luis Suárez, un mano a mano y un remate de cabeza a bocajarro, fue el salvador de su equipo, como el jueves ante el Fenerbahçe.

"Lo más importante es que hemos sumado los tres puntos. Sufrimos, sí, pero hay que sacar cosas positivas. Cada uno tiene que dar lo máximo que tiene y así se ha hecho. Cada uno de los del campo y los del banquillo hemos peleado lo máximo y es una victoria grupal. Hemos remontado y eso no es fácil. Esto nos da energía positiva para el futuro", decía el guardameta.

Dmitrovic era preguntado por el error de Joan Jordán en el balón que perdió y el gesto posterior de animarlo, lo que ilustra la unión del vestuario. "Hay que mantener la cabeza fría. Todos nos equivocamos y cada jugador se puede equivocar pero no hay que criticar. Es una jugada que puede ser decisiva pero después de error no hay que girarse sino animar al compañero".