El fichaje de Youssef En-Nesyri, una de las apuestas más ambiciosas de todas las llevadas a cabo por Monchi en el año de su regreso al Sevilla, no se ha dejado ver en su verdadera dimensión en apenas dos meses de competición, los que han pasado desde el 1 de enero y principios de marzo, cuando las competiciones futbolísticas se interrumpieron a causa de la pandemia sanitaria de coronavirus declarada a nivel mundial.

El internacional marroquí es, por tanto, un valor de cara al futuro, puesto que prácticamente no ha tenido tiempo de demostrar su valía y por qué el club desembolsó 20 millones de euros por sus servicios. En-Nesyri sólo ha tenido ocasión de vestir la camiseta sevillista en 11 partidos con un total de sólo 405 minutos en todas las competiciones, suficientes para que el ex delantero del Málaga y del Leganés anotara cuatro tantos, lo que le permitió firmar un interesante promedio de un gol cada 100 minutos, una cifra nada despreciable teniendo en cuenta además que tuvo que competir con Luuk de Jong por la titularidad, ya que, salvo contadas excepciones, Lopetegui siempre alineó a un delantero en su esquema con unas tareas muy específicas.

En-Nesyri sólo ha jugado cuatro partidos de titular en el Sevilla y de esos cuatro encuentros, sólo dos han sido completos, por lo que no puede decirse que el delantero haya estado sobrado de oportunidades.

El entrenador vasco se refirió en alguna entrevista a las interesantes variantes que la llegada de En-Nesyri le ofrecía a la plantilla de cara a la segunda vuelta de la temporada, pero el normal desarrollo de ésta ha quedado de momento truncado con la crisis generada por el Covid-19.

Con la incógnita de cómo y cuándo se reanudarán las competiciones, en el Sevilla tienen el convencimiento de que la verdadera aportación de En-Nesyri llegará la próxima temporada una vez dejado atrás un periodo de adaptación activa, puesto que el marroquí ha rendido casi desde el primer día, pero yendo de menos a más y siendo clave en los últimos partidos del conjunto de Lopetegui antes del parón. Sin ir más lejos, el marroquí marcó en Rumanía en la recta final del encuentro el tanto que le dio al Sevilla el empate ante el Cluj –y a la postre la clasificación para los octavos de final– en la Europa League y en el último partido en el Ramón Sánchez-Pizjuán frente a Osasuna, cita en la que anotó dos tantos, el que abrió el marcador y el que sirvió para deshacer el empate en el descuento y para que los de Lopetegui lograran dejar los tres puntos en casa (3-2).

Por las condiciones futbolísticas que esconde y por su juventud, en el Sevilla creen que la temporada próxima puede ser la de la verdadera explosión de En-Nesyri. Su fútbol de potencia y velocidad al espacio va a ser un arma importante de cara al futuro y los técnicos se han marcado como objetivo que el jugador también pula ciertos defectos para que su crecimiento se vea reflejado en el terreno de juego. Lopetegui llegó a referirse al ex jugador del Leganés asegurando que “aún está un poco en bruto”, esperando que sus cualidades brillen con el tiempo mucho más de lo que lo ha hecho en este breve espacio de tiempo como sevillista.

En-Nesyri debutó en la misma semana en que llegó y disputó unos 30 minutos el 18 de enero en el Santiago Bernabéu con apenas un entrenamiento con sus compañeros, encuentro en el que tuvo una buena ocasión para marcar, pero se precipitó en el remate. Tres días después jugó en la Copa ante el Levante unos 9 minutos, mientras que en la Liga ante el Granada apenas tuvo tiempo de nada con otros cinco minutos al final. En el desastre de Miranda de Ebro jugó 45 minutos (la segunda parte), otros 12 minutos ante el Alavés y fue alineado como titular por primera vez ante el Celta en Balaídos, un partido en el que marcó su primer gol y en el que el equipo nervionense firmó una decepcionante segunda parte en la que el equipo vigués, hundido en la tabla, remontó el tanto inicial de En-Nesyri (2-1).

Después de aquella noche, Lopetegui lo mantendría en el once ante el Espanyol, choque en el que jugó los 90 minutos, fue decisivo en 17 minutos en Rumanáía al marcar el 1-1 y se quedó en el banquillo sin salir en el 0-3 de Getafe. Ante el Cluj en Nervión tampoco tuvo una participación muy activa, sólo 14 minutos, jugando después ante Osasuna el que puede decirse que fue su encuentro más completo, con los dos tantos antes referidos. En el Wanda en la última cita estuvo 27 minutos en el campo.

El marroquí es un diamante en bruto y, con 22 años, tiene mucho que dar en el fútbol. De momento, tanto él como la afición sevillista se han quedado con la miel en los labios por culpa del Covid-19.