Fenerbahçe - Sevilla | UEFA Europa League

La única religión es pasar

Rakitic, Gudelj, En-Nesyri y Badé, los primeros en la fila en un ejercicio de movilidad articular durante la sesión de trabajo de ayer antes de viajar.

Rakitic, Gudelj, En-Nesyri y Badé, los primeros en la fila en un ejercicio de movilidad articular durante la sesión de trabajo de ayer antes de viajar. / antonio pizarro

Sorprende que el entrenador aún esté poniendo las bes y las uves en su idea de fútbol, calificada ayer mismo de “religión”, cuando el domingo ante el Almería se vio que lo único que interesa y que importa, tal y como está el Sevilla, es ganar. Está equivocado Sampaoli si piensa que el club está preocupado por la edificación de un proyecto deportivo identificable, por la creación de un estilo... En el Sevilla, tanto los que están dentro como los que están fuera, lo que desean ahora mismo es salvar los muebles de la riada. Decidir cómo se decorará la casa una vez pasada ésta será una tarea para la que hay que esperar y ya se verá quién la toma.

Por eso, basta con dar un repaso al vídeo de cómo ganó el domingo para extrañarse con que el mensaje siga siendo la idea, y más, que se utilice con el símil de una religión. ¿En serio, Jorge? ¿En Sevilla y en cuaresma le vas a hablar al sevillismo de religión con el correcalles al que asistió con el corazón en la boca ante el Almería para no caer en puestos de descenso?

La previa La previa

La previa / Departamento Infografía

Pasión sí podría ser más correcto, resurrección en un momento dado... Pero el fútbol que necesita ahora mismo el Sevilla no tiene nada que ver con la creación de una religión nueva. Ya hay una fe balompédica y otra que ya se huele en las calles de la ciudad por estas fechas. Ahora lo único que se les pide a usted y a los suyos es ganar. Y, en el caso de hoy, pasar la eliminatoria.

Se espera un sufrimiento máximo este jueves junto al Bósforo. El infierno turco estará al máximo de revoluciones para que el Fenerbahçe logre remontar el 2-0 que hicieron posible Joan Joan, Lamela y Dmitrovic, señalando al meta serbio al mismo nivel que los dos goleadores de la ida por su decisiva actuación ante el equipo de Jorge Jesús, que apretará para animar a su gente y crear una atmósfera hostil hacia los sevillistas.

La imagen ya la conocen los seguidores nervionenses: hinchas colgados a gran altura de las vallas entre el humo de las bengalas, un ruido ensordecedor y la intimidación como arma para cada acción tanto en el terreno de juego como en la grada.

De todo eso debe aislarse un grupo al que no le faltan problemas y que vive en el brocal del pozo. Para más inri, el rival llega descansado, pues no ha jugado el pasado fin de semana y prepara el partido desde no se sabe cuándo con mimo y tesón sabiendo que eliminar al rey de la Europa League le daría prestigio y respeto.

Salir vivo del Sükrü Saracoglu no es una empresa fácil y menos en la situación a la que llega el Sevilla, sin centrales y con problemas para encajar las piezas en el puzle. Parecía imposible que Nianzou pudiera estar en Turquía viéndolo salir con la mano en el muslo del campo tras el esprint al que lo obligó su compañero Jordán con ese balón que perdió, pero ahí está y hay alguna posibildad de que pueda jugar, lo que permitiría a Fernando jugar en el centro del campo, donde el catalán tampoco se sabe si podrá jugar.

Este equipo ha demostrado que su filosofía, no obstante, se transforma en Europa y a los jugadores se les ve bastante comprometidos con cualquier causa que tenga que ver con defender el escudo, ya sea luchar a muerte en la Liga por salir de la zona caliente como llegar hasta donde sea en Europa, que en el caso de la historia que hay por detrás siempre es llegar a la final con el máximo de argumentos. Y pasar ya es plantarse en cuartos.

El propio Sampaoli lo decía tras acabar el sufrimiento ante el Almería. “Va a ser así hasta el final”, dijo. Pues bien, si el Sevilla resiste hoy en el infierno turco será una buena demostración de que está preparado para lo que le espera en la Liga, que también es mucho y muy duro. Seguramente más incluso.

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