El Sevilla estará en el bombo para el sorteo de los cuartos de final y las semifinales de la Europa League, tras sobrevivir con entereza al infierno del Sükrü Saracoglu. El equipo de Sampaoli se adaptó perfectamente a las vicisitudes de un partido que perdió por el accidental penalti de Alex Telles, por manos revisadas por el VAR, al filo del descanso (41'). Suso reclamó en el tramo final otro posible penalti en el que exageró la caída, pero pudo ser desequilibrado por el defensor (85'), y en ese caso la revisión del VAR no le dio la razón. Hubo un parón de cuatro minutos para atender a Dmitrovic de una herida por un golpe de un objeto lanzado (56'), tras un aluvión de mecheros, monedas y otros objetos sobre su portería... Nada lo amedrentó.
Y eso que en la segunda mitad empezó la cosa amenazante, con varias llegadas peligrosas sobre el área del Sevilla en unos primeros minutos de agobio absoluto. Pero el Sevilla se fue rehaciendo. Los cambios fueron mejorando al equipo, dándole más conducciones ya que las combinaciones se daban muy de cuando en cuando, con el ingreso de Lamela, Ocampos y Suso, y la zaga aguantó bien las acometidas cada vez más tibias de un Fenerbahçe que tuvo un arreón final que supo sacar con mucho oficio el equipo de Sampaoli. Este viernes estará entre los ocho aspirantes a ganar la Europa League.
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