Seis partidos de Liga dirigidos y tres expulsiones por doble amarilla. González Fuertes ha dejado con un futbolista menos al Sevilla en el 50% de encuentros en que lo ha arbitrado. Y es llamativo el hecho recurrente que protagonizó en esta ocasión Delaney: la doble amarilla de forma casi inmediata por interactuar con el árbitro, no por acciones del juego.

Hay dos precedentes de expulsiones a futbolistas por parte del colegiado asturiano, que es muy rigorista y aplica el reglamento a rajatabla en cuanto al respeto al árbitro: la temporada pasada a Joan Jordán en Granada, por dos faltas, en juego; y la Liga 17-18 a Ben Yedder, por protestar y aplaudir su decisión de amonestarlo, como se puede apreciar en este vídeo (0.40').

El aplauso está considerado como desconsideración y de ahí que mostrara la segunda amarilla a Delaney instantes después de sacarle la primera por protestarle una falta que el danés creía que se la había pitado a él y no a Joan Jordán, en una acción inmediatamente precedente.

Parece que hubo algo que no entendió el ex centrocampista del Borussia Dortmund. Y tampoco se lo explicó nadie en el Sevilla. Entre otras cosas que González Fuertes ya había expulsado a más de un futbolista sevillista por doble amarilla casi inmediata: la primera vez fue a Ben Yedder en el primer partido que el asturiano pitó al Sevilla, y por idéntico motivo, protestar una falta en contra y aplaudir al ver la amarilla.

El caso de Ben Yedder

Fue el 14 de abril de 2018, en un soleado mediodía sabatino, ante el Villarreal. Los futbolistas del Sevilla terminaron crispados por decisiones como un penalti no pitado primero Sarabia, derribado pero exagerando la caída, y otro sobre la línea a Banega. El VAR se implató en la Liga la temporada siguiente.

La expulsión de Ben Yedder se produjo en el minuto 62, con 0-1 en el marcador, lo que aprovechó el Villarreal para anotar el 0-2 por medio de Bacca. Luego, en el 76 expulsó por doble amarilla a Jaume Costa. Y el Sevilla igualó con goles de Nolito, instantes después de fallar un penalti, y Nzonzi.

Era el Sevilla de Vincenzo Montella y apenas queda en la plantilla desde entonces el capitán Jesús Navas; Monchi estaba en Roma, aunque el delegado del equipo sigue siendo el mismo, Juan Martagón, ya estaba como delegado de campo el ex árbitro Paco García Payán y de aquel cuerpo técnico también continúa como entrenador de porteros José Luis Silva.  

El caso de Joan Jordán

En una de las primeros salidas de la temporada pasada, a Granada en la sexta jornada, González Fuertes expulsó justo antes de la primera parte a Joan Jordán y el Sevilla terminó perdiendo por 1-0. 

En esta ocasión el equipo de Lopetegui se quedó con uno menos por dos faltas casi inmediatas del centrocampista catalán, que vio las tarjetas amarillas en el último minuto de la primera parte. La primera quizá fue algo rigurosa, pero la segunda fue justísima: una entrada sin intención de jugar el balón, que estaba en otra parte del campo.

La expulsión, por tanto, fue ajustada a reglamento. Las tres de los seis partidos de González Fuertes lo son. Y Delaney debe cargar con el mayor porcentaje de culpa, rondando el ciento por ciento, por su expulsión infantil. Seguro que aprende la lección de cuán rigurosos son algunos arbitrajes españoles en cuanto a lo disciplinario y el respeto al colegiado. Aunque alguien en el Sevilla, teniendo en cuenta lo que cuida el detalle Lopetegui incluso en los asuntos disciplinarios, también debería haber insistido a los futbolistas antes del partido en cómo se las gasta el asturiano.

El Sevilla venció, se fortaleció en confianza ganando el partido con uno menos y manteniendo su portería a cero. Pero Delaney causará baja en el próximo partido de Liga e hizo correr el riesgo a sus compañeros de que el Espanyol empatara el encuentro. A su edad, 30 años recién cumplidos el 3 de septiembre, seguro que no olvida la lección.