Sevilla-Osasuna

Informe del rival: Sin el Chimy, colmillos de leche

  • Los rojillos han visto mermadas sus prestaciones ofensivas después de la lesión del delantero argentino, máximo goleador con nueve tantos

Rubén García acude a atender a Marc Cardona tras un choque con Diego Carlos, en El Sadar.

Rubén García acude a atender a Marc Cardona tras un choque con Diego Carlos, en El Sadar. / Jesús Diges / efe

La lesión del Chimy Ávila a finales del pasado mes trastocó los planes de un Osasuna que caminaba firme hacia la salvación, más o menos holgada. El argentino sostenía con sus goles al equipo rojillo hasta que una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, en el duelo ante el Levante, lo obligaba a despedirse de la temporada tras lograr nueve goles y tres asistencias.

Aquel 24 de enero marcó un antes y un después en el equipo entrenado por Jagoba Arrasate, que ha visto cómo su producción ofensiva ha pasado de ser de 1,3 goles por partido con el Chimy Ávila como referencia ofensiva a la mitad sin el argentino en la punta del ataque (0,6 goles/partido), refrendado con una única victoria en los últimos cuatro enfrentamientos. De momento, los sustitutos del sudamericano no llegan a dar el nivel y al equipo le falta dinamita arriba.

Los navarros firmaron una buena primera vuelta de competición, con la que dieron un paso de gigante para lograr la salvación, el objetivo de la temporada. Sin embargo, con la baja del Chimy, el futuro puede tornarse mucho más oscuro de lo inicialmente deseado, complicando a los rojillos su camino hacia la permanencia una temporada más en la élite. Ahora mismo son nueve los puntos que manejan de ventaja con los puestos de descenso. Por delante, todavía, 13 jornadas por disputarse.

Sin balón

Osasuna no sufre cuando no tiene la posesión de la pelota. En cambio, si lo hace si el rival juega rápido y es capaz de aprovechar los espacios que dejan los laterales, con tendencia ofensiva, a las espaldas de la defensa. Eso provoca que la zaga, a pesar de todo una de las líneas más consistentes de los navarros, deba elevar su nivel de intensidad durante los partidos y cometer bastantes faltas. Así se entienden las 71 cartulinas amarillas que han visto hasta el momento. Importante en este sentido la labor de Oier y Brasanac, habituales protagonistas de ese juego poco vistoso pero tan necesario en el fútbol.

Con balón

Contener el auge inicial del equipo de Jaboba Arrasate será una de las claves para triunfar. Comienzan muy revolucionados los navarros, un empuje que se va diluyendo con el paso de los minutos. A pesar de todo, no hay que bajar la guardia en ningún momento, puesto que el Osasuna es el quinto equipo que más remata a puerta (102 disparos), lo que habla de lo fácil con lo que son capaces los de Arrasate de plantarse en una posición para incomodar al rival, sobre todo con un juego vertical, en el que las bandas juegan un papel fundamental. Por dentro, Roberto Torres, con seis asistencias de gol, es uno de los sostenes del equipo, mientras que Rubén García trata de hacer olvidar la baja de Chimy Ávila, aunque sus características son diametralmente diferentes.

Lo mejor

La personalidad del equipo, que hace que muchas veces se olvide de que es un recién ascendido.

Lo peor 

La falta de una referencia arriba que iguale la intensidad y los goles que aportaba el Chimy antes de su lesión. Poquísima mordiente en los últimos metros.

Aridane Aridane

Aridane / Dani Rosell

El perfil

Aridante, un líder consolidado en la élite. El camino hacia la élite pocas veces es fácil. Son muchos los jugadores que pueden hablar sobre ello, y otros muchos los que se quedan en el camino. Uno de los que ahora disfruta del éxito es Aridane, quien logró aterrizar en Primera División en plena madurez, a los 30 años, de la mano del Osasuna. Fácilmente reconocible por su pelo a lo afro, el central canario vive sus mejores días profesionalmente hablando y busca demostrar que está hecho para la categoría, con características que ha ido puliendo a lo largo de una carrera que lo llevó a disputar una eliminatoria de permanencia en Segunda División B con el Eldense. Su buen hacer en el conjunto valenciano lo llevó a firmar por el Granada, con el que no llegó a debutar, ya que acabó en el Cádiz, primero a préstamo y después en propiedad. Tras su segunda temporada, el Osasuna llamó a su puerta para que liderara, desde la defensa, el proyecto del ascenso a la Primera División. Un tren que, a sus casi 31 años, Aridane no piensa dejar escapar.

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