Justo cuando había anotado su primer gol con el Sevilla, un espectacular golpeo de empeine interior que superó al meta del Copenhague haciendo inútil su estirada, Isco Alarcón se convierte en protagonista negativo al retirarse del entrenamiento de este jueves con dolor en el tobillo que sufrió una entrada al final del partido.

El tanto de Isco Alarcón, bastante plástico, tuvo valor por el hecho de dar tranquilidad a una grada que ya temía que en un nuevo contraataque la ventaja del tanto de En-Nesyri se fuera al traste. Ahora, la incógnita se cierne sobre el mágico centrocampista malagueño de cara al encuentro ante el Rayo Vallecano este sábado, clave para que el Sevilla recupere el tono en la Liga y salga de la zona baja de la tabla.

Isco, tras recibir una entrada terrorífica de Khocholava, abandonó cojeando el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán el pasado martes. El miércoles el equipo tuvo descanso y este jueves el ex madridista se ha retirado antes de tiempo de la sesión visiblemente dolorido y caminando con cierta dificultad.

En-Nesyri, que también se marchó lesionado y tuvo que ser sustituido por Rafa Mir tras marcar el 1-0, no ha entrenado junto a sus compañeros y parece complicado que pueda estar ante los vallecanos, pues, según su historial, es un jugador que no se recupera fácilmente de las lesiones musculares. 

Fernando, aunque Sampaoli anunció que regresaría a los entrenamientos esta semana, sigue fuera de la dinámica del equipo.