El mercado sigue extrañamente parado. Entre la Eurocopa y la crisis económica que ha dejado en los clubes la pandemia de Covid-19 apenas dos movimientos entre los grandes han animado lo que por este tiempo suele ser una feria.

Y ahí anda esperando Jules Koundé, y por ende, el Sevilla FC. El jugador ya se ha soltado en lo que se refiere a declaraciones en torno a un futuro en un club “más grande”. Es humano que el jugador quiera aprovechar su su crecimiento internacional, pero hay varias cosas que juegan en contra de que ello se produzca, al menos en las condiciones que el Sevilla desea. Los 55 millones de euros que el pasado verano rechazó el club por el jugador procedentes del Manchester City pesan como una gran losa en el actual mercado. Ello, sin duda, es una referencia para los clubes potencialmente compradores, que saben que por debajo de esa cifra no podrán ni acercarse a las inmediaciones del Sánchez-Pizjuán.

El futbolista, de cuyo comportamiento el Sevilla no tiene dudas y que hasta ahora siempre se ha manifestado con mensajes dentro de lo normal, sabe que el club está obligado moralmente a ceder en esta campaña tras pedirle un esfuerzo el pasado año por decir “no” a la llamada de Pep Guardiola. Pero es que el Sevilla, mientras centra sus esfuerzos en renovar a su pareja en el centro de la zaga, Diego Carlos, esperaba para este verano que el mercado se moviera con más alegría y que los 55 millones se convirtieran quizá en 65 ó 70, una cifra prudencialmente cercana a su cláusula de rescisión de 80 millones.

Y eso no está ocurriendo. Los grandes, los cuatro o cinco clubes que –únicamente ellos– pueden acceder al precio de Koundé, saben que el jugador es caro. Lo dijo el propio presidente. “Koundé es joven y bueno, barato no”, avisó Castro. Los movimientos van por Varane (quizá el Madrid para sustituirlo se lance) y por el momento los acercamientos por Koundé han sido tímidos y a la baja.

Últimamente en la Premier League el que se ha movido, según la prensa británica, es el Tottenham. The Guardian habla de que los Spurs preparan una oferta importante, pero aún lejos de lo que quiere el Sevilla. Entre 55 y 60 millones de euros, que, siendo una barbaridad, se queda en lo mismo por lo que el Manchester City recibió calabazas hace casi un año.

La Eurocopa, que se esperaba que fuera un buen escaparate para Koundé, tampoco lo ha sido, ya que el joven central sólo jugó un partido, ante Portugal, en un puesto que no es el suyo específico, de lateral derecho, y no estando muy afortunado precisamente, ya que además cometió un penalti.

El jugador, integrado ya junto a las estrellas de Francia en la selección absoluta e influenciado por ellas (es lógico y humano), empieza a pensar en grande. De ahí sus declaraciones esperando un traspaso que de alguna forma, aunque no está escrito en ningún lado, el Sevilla le prometió.