Sevilla FC

La calma que sólo Monchi puede dar

Monchi, junto a José María del Nido Carrasco y Fernando Navarro, en el entrenamiento de ayer.

Monchi, junto a José María del Nido Carrasco y Fernando Navarro, en el entrenamiento de ayer. / Juan Carlos Muñoz

Dentro de un mes, el 9 de agosto, el Sevilla iniciará la semana previa a la Liga. Si algo ha ganado la estructura del campeonato liguero en medio de la crisis del coronavirus es orden y previsión y desde hace unos días el cuerpo técnico ya sabe que el inicio está fijado para el día de la Virgen de los Reyes, a las 22:00. El día 15 de agosto no habrá procesión pero sí fútbol, con público además más que probablemente. Y un mes antes todo sigue casi como en mayo.

El marasmo en el mercado es tremendo, salvo por los movimientos estelares de los escasos potentados que se lo pueden permitir. El campeón de la serie A, el Inter, lamenta haber tenido que vender a Achraf, por 60 millones de euros, al PSG, que oficializó ayer el fichaje, libre pero absolutamente prohibitivo, de Sergio Ramos. El Manchester United fichó a Jadon Sancho y se mueve por Varane. Y en el Sevilla, en cambio, Lopetegui sigue viendo las mismas caras que hace un mes y medio, además de algún futbolista con el que en realidad no cuenta. El pan nuestro de la mayoría de clubes.

El miércoles, los futbolistas del Sevilla que no tuvieron compromisos internacionales tras la Liga regresaron a la ciudad deportiva, donde los acogieron Lopetegui y Monchi con la mejor de sus sonrisas. “Os doy la bienvenida a todos, aunque ya lo he hecho particularmente. Espero que las vacaciones hayan sido lo mejor posible. Nos queda una temporada muy ilusionante por delante y seguro que van a salir todas las cosas como queremos”, dijo escuetamente el director general deportivo del Sevilla.

El primero que espera que sea así es Lopetegui, por delante de una afición que, en estas fechas, espera nombres y novedades y se encuentra el eco del vacío por respuesta. Pero contra ese marasmo y ese silencio administrativo, frente a la ausencia de refuerzos, está la calma que transmite Monchi por el aval bien ganado tras años y años de éxitos continuados.

Sin embargo, la realidad es la que es y al cuerpo técnico del Sevilla le gustaría contar, cuanto antes, con los mimbres con los que trabajará durante la nueva temporada, y hacerlo en pretemporada, sobre todo para los nuevos, porque la columna vertebral, en este tercer año, ya está bien cimentada.

Ayer fue el segundo día de entrenamiento y apenas tiene a sus órdenes de Lopetegui una quincena de futbolistas de la primera plantilla, más los nueve canteranos que iniciarán la pretemporada. Tanta presencia canterana responde a dos factores: el seguimiento lógico de los valores emergentes y la necesidad pura y dura de rellenar roles en los entrenamientos.

De la primera plantilla apenas están Dmitrovic, Javi Díaz, Jesús Navas, Pozo, Rekik, Sergi Gómez, Gnagnon; Fernando, Joan Jordán, Rakitic, Óliver Torres, Óscar Rodríguez, Suso, Rony Lopes e Idrissi. Y de ellos hay más de un futbolista, y de dos, que en realidad no cuenta para Lopetegui. Es decir, que hasta que la semana que viene no se incorporen Ocampos, Bono Munir y En-Nesyri –Koundé y De Jong tendrán algo de más margen– en realidad el guipuzcoano trabaja con una decena de futbolistas válidos. Alguno está a tiempo de demostrar cosas. Entretanto, Monchi intenta dar calma.

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