El partido del Sevilla | Análisis

Una presión intensa y ganadora

  • El despliegue físico en segunda línea sobre Mesa y Amadou borra al Leganés del campo

Informe Técnico

Informe Técnico / Departamento Infografía

El Sevilla se merendó literalmente al Leganés y pasó por encima de un equipo que huele a cadáver al que pudo humillar con un resultado de escándalo de no ser por la mala noche de En-Nesyri ante el gol frente a su ex equipo, un partido que nunca olvidará por las ocasiones clarísimas que desperdició y también por el espectacular despliegue físico que protagonizó en la presión.

Porque los de Lopetegui, despejando las dudas que había sobre su físico, desplegaron una presión asfixiante desde la segunda línea que fue letal para un Leganés incapaz de llegar al área de Vaclík y en el que sólo el chaval cedido por el Sevilla, Bryan Gil, demostró algo de chispa.

Defensa

El cuerpo técnico planteó un partido físico, no rehuyó la pelea y no dio opción al Leganés, con una presión atosigante desde el minuto uno sobre dos jugadores lentísimos en el centro del campo pepinero como son Roque Mesa y Amadou. La presión muy dinámica de En-Nesyri por delante y en la segunda línea de hombres dotados para ello como Óliver Torres (el vasco le dio esa función en el derbi y ante el Barça) o Joan Jordán no dio opción alguna al equipo de Aguirre, que en la segunda mitad ya con el 0-2 aprovechó cierta relajación para estirarse un poco más, pero sin capacidad para pasar de las intenciones de Bryan Gil.

El Leganés sólo se acercó dos veces, una con 0-1 en un remate de Guerrero y otra ya con 0-3, cuando ya no había partido.

Ataque

Lopetegui quería aprovechar los espacios que iba a dar la presión y atacó la espalda de la defensa con la potencia de En-Nesyri, pero el marroquí todo el pundonor que puso en fase defensiva lo tiró en cuanto a claridad de ideas ante el gol. Tuvo dos mano a mano claros que no supo resolver, uno por escorarse demasiado y otro por no poder conducir con el balón controlado, y un remate a bocajarro que incomprensiblemente tiró fuera.

Pero, afortunadamente, ese ímpetu en segunda línea se tradujo también en llegada, siendo clave Óliver Torres, certero en dos remates.

En las bandas, Ocampos volvió a demostrar que en la izquierda no va, Suso mejoró algo en el pase pero con poco ritmo y Munir acabó de matar el partido.

Virtudes

Un buen despliegue y determinación para marcar las diferencias desde el primer minuto –literal–, poniendo sobre el tapete una superioridad técnica y física ante la que el Leganés no pudo más que plegarse. El equipo además no trató nunca de retroceder. Aun cuando la inercia de un 0-2 invitaba a bajar el ritmo, que puede que lo hiciera algo con balón en unos diez minutos de la segunda parte, la consigna fue siempre presionar tras la pérdida y no replegar.

Talón de Aquiles

La falta de gol es preocupante. Al descanso debió marcharse ya con un resultado de escándalo.

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