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Monchi, la anécdota de Dragutinovic y el giro de estrategia

  • "Del Nido me llamó viendo el España-Serbia y me dijo, ¿a este hemos firmado? Es muy malo", reconoció Monchi sobre aquel fichaje que hizo sin haberlo visto nunca

Monchi saluda a Dragutinovic en la prolífica etapa del serbio en el Sevilla.

Monchi saluda a Dragutinovic en la prolífica etapa del serbio en el Sevilla. / M. G.

Monchi ha vuelto a aparecer en los medios de comunicación. En esta ocasión para la presentación de un programa de juegos en Madrid. Allí ha dejado un anécdota sobre el caso de Dragutinovic que le sirvió para aprender una lección y dar un giro a su estrategia de planificación.

De sobra es conocido que Monchi fichó al carismático defensor serbio, llamado por parte de la afición Comandante Drago, en las últimas horas del mercado de verano de 2005, una vez que el Real Madrid dio el paso para pagar el precio de la cláusula de Sergio Ramos. "Había rumorología, pero no me esperaba que el Real Madrid viniera de verdad y pusiera encima de la mesa esa cantidad de dinero. A día de hoy, 27 millones de euros por Sergio Ramos es un regalo. Intuía que podría venir, pero no me convencí y no fui precavido para buscar un posible repuesto. Y ese último día fue un caos", dijo el director deportivo del Sevilla en el acto organizado por ElDesmarque y Vodafone.

El entonces secretario técnico del Sevilla pecó de novato, de falta de previsión. "No había ya en el mercado jugadores para la posición de defensor central. Llamé a todo el mundo y a última hora de la noche José María Cruz me dice: '¿No estuvo aquí hace unos días Pedja Mijatovic?'. Mijatovic era agente y ni me acordaba de qué jugador me había ofrecido. Miré en la agenda, porque apunto todas las reuniones, y veo, Dragutinovic, central zurdo que juega en la liga belga, serbio... 'Es éste, pero no sé si es blanco o de color, no tengo ni idea, voy a hacer unas llamadas', le dije. Hice cinco o seis llamadas a agentes especialistas en el fútbol belga y todo el mundo me habló de él".

Desde ese momento, Monchi activó la operación de fichar a Dragutinovic, sin saber quién era. "Vamos a firmarlo, dije. Sergio era central derecho y podía jugar de lateral derecho y Drago era central zurdo y podía jugar de lateral izquierdo, es decir, nada que ver, pero como no había otro, lo firmamos", reconoció.

Y ahí viene la anécdota desconocida hasta ahora: "Me acuerdo que me fui tras el cierre del mercado a hacer el camino de Santiago. Y Drago jugaba con Serbia y en ese parón hubo en el Vicente Calderón un España-Serbia. Me paré en Lugo para ver el partido, porque yo a Dragutinovic no lo había visto en mi vida. Y digo, voy a ver al jugador que hemos firmado. Aquel día jugó Dragutinovic de lateral izquierdo y en la selección española jugó en la banda derecha un tal Joaquín, que todos sabemos quién es, que aquel día le pudo pegar a Drago entre 15.000 y 16.000 regates. Del Nido, que era el presidente, me llamó".

Monchi relata aquella conversación: 'Monchi, ¿éste es el jugador que hemos firmado?', le dijo Del Nido. 'Sí, presidente, es el que hemos firmado y estoy convencido de que poco a poco irá a mejor', replicó. 'Pero es que es muy malo', insistió Del Nido. 'No está teniendo su día', le dije".

Pues bien, aquella anécdota hizo que el actual director deportivo del Sevilla aprendiese una lección. "Dragutinovic después jugó siete años en el Sevilla, ídolo de la afición del Sevilla, ganó seis títulos... Es un magnífico amigo, y a veces la suerte te ayuda. Ahí podía haber tomado dos caminos. Uno era en vez de viajar por todo el mundo viendo fútbol y tener a quince personas viendo fútbol, pues cada vez que tenga que fichar llamo a alguien. Pero no cogí ese camino, sino el de ser precavido. Y a partir de entonces trabajamos con todas las posiciones en el campo para tener cubierta cualquier urgencia", explicó Monchi.

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