Sevilla-PSV | Nombres propios

Cada vez se entiende menos que Ocampos saliera del Sevilla como si fuera un Rony Lopes

  • La entrada del argentino en la segunda mitad se sumó a la irrupción de Fernando para que el Sevilla asegurara una goleada de 3-0 al PSV

  • La crónica del Sevilla-PSV

Ocampos celebra con euforia su primer gol tras retornar al Sevilla.

Ocampos celebra con euforia su primer gol tras retornar al Sevilla. / Antonio Pizarro

Nuevo triunfo sevillista al calor de todos los suyos en el Ramón Sánchez-Pizjuán y encima con tres goles de ventaja para los hombres de Jorge Sampaoli para la devolución de la visita en Eindhoven al PSV. Dos de los cambios fueron decisivos para que los nervionenses le dieran la vuelta a la situación.

Ocampos | Más difícil aún explicar que se fuera casi como un apestado

Ocampos y Monchi se saludan tras la finalización del partido. Ocampos y Monchi se saludan tras la finalización del partido.

Ocampos y Monchi se saludan tras la finalización del partido. / Antonio Pizarro.

Hay cosas que son tan difíciles argumentar por mucho que seas el hombre de fútbol más hombre de fútbol que en la faz de la tierra exista. Ni enfrentamiento con Lopetegui ni leñes, Ocampos era un patrimonio del Sevilla y si el Ajax no pagaba los 20 millones a los que se comprometió debió estar entrenando al día siguiente en la ciudad deportiva de la carretera de Utrera. Es mejor que Januzaj con el belga jugando y él durmiendo y no se entiende que saliera como si fuera un Rony Lopes cualquiera.

Fernando | Hizo que los suyos dejaran de ser un desastre

Fernando le roba un balón a De Jong, otro de los protagonistas del partido. Fernando le roba un balón a De Jong, otro de los protagonistas del partido.

Fernando le roba un balón a De Jong, otro de los protagonistas del partido. / Antonio Pizarro

Entró en el minuto 16 en sustitución del lesionado Badé, pero la mejora del equipo tampoco fue inmediata con él. Hubo que esperar a que el brasileño diera un paso adelante y se situara en su posición habitual de centrocampista para que el Sevilla lograra una superioridad ahí y no se viera desbordado con Rakitic y Joan Jordán. Desde entonces jugaron once contra once.

En-Nesyri | Aparte de matarse corriendo, todo le va dentro

En-Nesyri trata de robarle un balón a Sangaré. En-Nesyri trata de robarle un balón a Sangaré.

En-Nesyri trata de robarle un balón a Sangaré. / Antonio Pizarro

Está entusiasmado y es uno de los futbolistas que más transmiten su estado de ánimo dentro de un terreno de juego. Ha pasado de sentirse casi un jugador inservible a volver a pensar que puede ser el delantero perfecto, tal es su confianza. No hay más que verlo pegándose carreras larguísimas con toda la energía. Y encima le cae el balón y lo mete dentro. Entre el Mundial de Qatar y Sampaoli lo han recuperado.

Joan Jordán | Con Rakitic no puede abarcar tanto campo

Joan Jordán trata de obstaculizar a Veerman, uno de los mejores jugadores del PSV. Joan Jordán trata de obstaculizar a Veerman, uno de los mejores jugadores del PSV.

Joan Jordán trata de obstaculizar a Veerman, uno de los mejores jugadores del PSV. / Antonio Pizarro

Los primeros veinticinco minutos aproximadamente fueron un verdadero desastre y en ello tuvo mucho que ver que Rakitic y él se vieran obligado a ocupar todo el centro del campo prácticamente. Los sevillistas no llegaban nunca y el balón era propiedad del PSV con una facilidad increíble. Bastó con que Fernando los ayudara para que también ellos elevaran su nivel individual.

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