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Quique, a improvisar otra defensa y otra medular ante el Atlético

Idumbo, Ocampos y Acuña, improvisado central en Vallecas, junto al lesionado Marcao.

Idumbo, Ocampos y Acuña, improvisado central en Vallecas, junto al lesionado Marcao. / José Ángel García

No hay manera de que el Sevilla y el sevillismo tengan un poco de paz. Después de lograr tres puntos de oro en Vallecas, un partido para el que Quique Flores tuvo que improvisar una zaga respetando su 3-5-2 en fase defensiva, con Acuña de central izquierdo y Ocampos de carrilero por las bajas; después de que Agoumé se asentara dando solidez en su segundo partido como titular cimentando un centro del campo con Soumaré y Sow; después del sufrimiento para lograr ese triunfo vital... la mala nueva. Marcao, uno de los tres centrales sanos de los siete de la plantilla actual, vuelve a estar lesionado, y Agoumé también sufre la misma lesión muscular: rotura en el recto anterior del muslo. Como mínimo un mes estarán ambos fuera de concurso, coincidiendo con la fase más dura del calendario.

El empujón anímico que supuso el triunfo en Vallecas, que le dio una mínima holgura sobre la temida linde que marca el Cádiz, el primero en puesto de descenso, tuvo la peor de las secuelas con las lesiones de dos hombres llamados a ser claves en el sistema defensivo. Al menos, Sergio Ramos ya cumplió su partido de sanción por acumulación de amarillas y el domingo podrá estar frente al Atlético de Madrid en Nervión, donde aún no podrán comparecer los otros centrales lesionados: Nianzou, Kike Salas y Gudelj. Es decir, que Quique Flores tendrá que seguir improvisando una zaga si quiere seguir respetando el sistema que más usa, el 5-3-2, ahora con Badé junto a Sergio Ramos y posiblemente de nuevo Acuña formando el eje de esa defensa.

En el mediocampo también hay problemas. Tras las salidas de Fernando y Rakitic, en la primera plantilla quedan Agoumé, Soumaré, Joan Jordán y Sow como centrocampistas específicos más Óliver Torres, al que el técnico madrileño, según aseguró Víctor Orta, considera también un mediocampista. Pero el extremeño también anda entre algodones y quizá no esté para un esfuerzo con la altísima exigencia que requiere el Atlético de Simeone, y Hannibal es un centrocampista ofensivo que debe “aprender a saber dónde está”, según Quique, pues tiene que sumar a su talento cultura de “sacrificio”.

Siendo las dos lesiones casi idénticas, los casos son bien distintos. Como desveló el especialista estadístico Fran Martínez (@LaLigaenDirecto), Marcao se ha perdido ya el 65% de los partidos oficiales del Sevilla desde su aterrizaje en Nervión en el verano de 2022. Curiosamente, sin que tuviera un historial de lesiones musculares que levantara la liebre antes de su fichaje para la pasada temporada, cuando las lesiones fueron continuas: no pudo debutar con Julen Lopetegui, Jorge Sampaoli le pidió el esfuerzo de que adelantara sus plazos cuando acababa de volver a pisar el césped en su segunda lesión y con José Luis Mendilibar tuvo una aparición testimonial antes de que el club le pusiera un plan especial, de larga recuperación y controles médicos continuos, para prevenir sus recaídas. De poco ha servido y estará de nuevo de baja entre tres y cuatro semanas.

El resultado es que apenas ha participado en 19 de los 92 encuentros oficiales del Sevilla en esta temporada y media que lleva en el club de Nervión.

El caso de Agoumé es distinto. El Inter lo fichó con grandes expectativas y comenzó a cederlo. Su mejor temporada fue hace dos años, en el Brest, con el que jugó 27 partidos de la Ligue 1. La pasada campaña fueron 15 en la liga francesa con el Troyes. Y en la primera parte de esta temporada apenas jugó un rato final con el Inter, una sola aparición. Quizá esa falta de continuidad y el hecho de que sumara su segunda titularidad en el Sevilla han condicionado a su físico, que no ha podido responder.

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