Lucas Ocampos ha querido estar junto a sus compañeros y ha bajado al césped del Ramón Sánchez-Pizjuán, situándose en el banquillo de local junto al doctor Juanjo Jiménez, para animar al Sevilla en el partido de Copa frente al Barcelona.
El argentino, lesionado desde el sábado por la dura entrada que le realizó Djené, tiene que moverse ayudado por unas muletas, con una férula que le resguarda su tobillo izquierdo de cualquier movimiento extraño. Posteriormente, se ha subido a la grada para seguir el partido junto al resto de no convocados, como los también lesionados Acuña, Jesús Navas y Óscar.
Según las pruebas médicas que le realizó el Sevilla, no sufre lesión ósea ni rotura de ligamentos.
El extremo sufre concretamente esguince de grado dos con afectación del ligamento peróneo calcáneo, pero no tiene rotura en dicho ligamento, por lo que el tiempo de recuperación será menor y no necesitará pasar por el quirófano, una posibilidad que, aunque remota, estaba presente.
"Tras realizarse en el día de hoy nuevas pruebas médicas, una vez descartada la existencia de daño óseo el pasado sábado, los servicios médicos del Sevilla FC informan de que el jugador Lucas Ocampos sufre esguince grado II de la sindesmosis anterior y del ligamento peróneo calcáneo del tobillo izquierdo. Se irán realizando revisiones periódicas para comprobar la evolución del jugador", rezaba el comunicado del club.
Aunque el Sevilla no han precisado periodos de baja, Ocampos está descartado tanto para las semifinales de Copa como para el duelo de octavos de final de la Champions ante el Borussia Dortmund.
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