Sevilla-Eibar

Ocampos, goleador y portero: "Me vino la pelota ahí y todo salió bien"

  • El argentino marcó el 1-0 tras una gran jugada de Jesús Navas y evitó el gol del empate en el minuto 97, actuando de portero, deteniendo un disparo a bocajarro de Dmitrovic

El entrenador de porteros, Silva, se dirige a Ocampos y Jesús Navas, héroes del partido.

El entrenador de porteros, Silva, se dirige a Ocampos y Jesús Navas, héroes del partido. / Antonio Pizarro

El mundo al revés, el portero chutando y el delantero parando. Salió ganador Lucas Ocampos y con él el Sevilla. El argentino fue el héroe del partido entre el Sevilla y el Eibar, un héroe con mayúsculas, porque además de ser el autor del único gol del partido terminó de portero por la lesión de rodilla de Vaclík, una hiperextensión de su articulación izquierda, en los angustiosos minutos finales. Le detuvo el disparo a bocajarro de Dmitrovic, el meta del equipo armero que había subido a rematar en la última jugada del partido.

Ocampos celebró con rabia el triunfo, junto a Jesús Navas, que se abrazó a él como a un padre. El palaciego le dio el 1-0, pero también sabía que sin esa parada final de su compañero todo el trabajo se habría ido al traste. "Era súper importante ganar hoy, sabíamos que era la noche para sacar la diferencia -el Villarreal, quinto, se queda a seis puntos- y poder afianzar lo que hicimos en casa. Cuando se gana, cuando el equipo sale con la mentalidad que salió hoy, todos estábamos defendiendo ese resultado que queríamos y lo logramos".

El argentino explicó tras su actuación soberbia, plena de personalidad y carácter, que le gusta jugar de portero de vez en cuando, así como el consejo que recibió de José Luis Silva, entrenador de porteros del Sevilla. "Me gusta ponerme de arquero algunas veces, pero nunca me imaginé que me iba a tocar ponerme en un partido. Estamos para ayudar al equipo. No sé, el entrenador de porteros me dijo que no saliera, me vino la pelota ahí y todo salió bien", explicó sobre su parada salvadora.

El argentino reconoció que costó un mundo superar al Eibar. "Ha sido un partido súper duro. Sabíamos de la importancia que tenía ganar este partido... A veces se sufre mucho y que los puntos se queden en casa es hermoso".

Su tanto, a centro pasado hacia la izquierda de Jesús Navas, fue decisivo. Es el decimotercero que marca en la Liga, el decimoquinto en total con la camiseta del Sevilla. Sirvió para "un triunfo raro, pero había que ganar", dijo el jugador eufórico. "Sufrimos y hemos sacado a los rivales directos la diferencia que queríamos", añadió.

Sobre el desarrollo del encuentro, dijo: "A veces es complicado porque los equipos se cierran, pero lo importante es que se ganó. Cuando dijeron que Tomas no podía, dije yo que me ponía pensando que todo iba terminar rápido y terminó en lo que terminó. Me voy más que contento a casa".

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