Sevilla FC-Athletic | Jugadores uno a uno

Con los buenos fue más vulnerable

  • La falta de remate, por malas elecciones de los carrileros muchas veces, priva de lograr una ventaja cómoda a un Sevilla que perdió el control del partido cuando entraron Banega y Sarabia

Gnagnon impone su fuerza ante Susaeta.

Gnagnon impone su fuerza ante Susaeta. / Antonio Pizarro

El fútbol a veces plantea situaciones paradójicas. El Sevilla tenía bastante bien amarrado el partido, salvo por la falta de resolución en el área contraria, hasta que con los cambios fue perdiendo el control hasta encajar un soberbio golazo de Guruzeta y empezar a conceder algunas llegadas a un Athletic reanimado. Con la entrada de Banega y Sarabia, en teoría, el equipo de Pablo Machín debía rematar a un rival que ya venía derrotado del partido de ida de estos octavos de la Copa del Rey. Pero el equipo se descompuso en parte por no haber sabido rematar sus ataques y en parte porque Munir, ya desfondado tras un despliegue enorme desde el inicio, no tuvo llegada ni presencia como único punta, ya que Bryan Gil actuó, con mucha vivacidad, en la mediapunta. La derrota no fue traumática y, en líneas generales, el partido sirvió para que futbolistas como Gnagnon, Amadou o Aleix Vidal sigan creciendo como alternativas.

Dos teóricos suplentes como Amadou y Roque Mesa le dieron al equipo empaque, dinamismo y verticalidad en el inicio brioso del Sevilla. Y Franco Vázquez, sin tener su mejor día, les dio continuidad a los ataques, gracias sobre todo al constante bullir de un Munir hipermotivado. Su debut en Nervión fue bastante prometedor. Realizó movimientos de ruptura y desmarque, conducciones de fuerza y técnica... Hasta que se desfondó y su ausencia, cuando sustituyó a Ben Yedder como nueve, produjo un desequilibrio que pagó todo el equipo. La falta de definición de los dos carrileros, Aleix Vidal y Promes, en sus constantes llegadas también tuvo que ver bastante con ese desarrollo del partido.

Análisis táctico-técnico Análisis táctico-técnico

Análisis táctico-técnico / Elaboración propia / Dpto. Infografía

Defensa

Con Amadou por delante y ante este Athletic menos viril que el de San Mamés en la Liga, la zaga y el mediocampo se sobraron para frenar las acometidas vizcaínas. Gnagnon, en el perfil izquierdo, fue de verdad a bloqueos, anticipaciones por arriba y también en la aseada salida. Mercado y Carriço no perdieron ese tono de concentración. Y los carrileros ayudaron siempre a cerrar los costados, aunque a Promes, a pierna cambiada, se le percibió cierta tibieza al tapar el centro de Susaeta que dio lugar al 0-1, un soberbio cabezazo inesperado por lo lejos que estaba Guruzeta de la zona de peligro. La zaga respondió firme en los momentos de incertidumbre final, con Banega y Sarabia algo superados por la ida y vuelta del partido, al que no le cogieron el pulso.

Ataque

Amadou y Roque Mesa dinamizaron la salida apoyados en Gnagnon y Carriço. Franco Vázquez intentó dar ese último pase letal que no llegó y fue Munir el que inquietó durante una hora de juego al Athletic: percusiones, desmarques... Rozó el gol en una de las pocas ocasiones en las que Aleix Vidal acertó en el pase. En general, al Sevilla le faltaron remate y templanza en sus llegadas al área. No terminaron de romper los carrileros y hubo demasiada precipitación en la zona caliente, que no arreglaron ni Banega ni Sarabia. A Bryan Gil le faltaron apoyos a sus demarrajes.

Virtudes

Siguen sumando jugadores de la unidad B. Aleix Vidal mejoró.

Talón de Aquiles

La falta de definición y la inocua descomposición final.

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