Sevilla FC

La revolución de los 28 movimientos

Fernando, la compra más barata (4,5 millones), se ejercita con Pepe Conde ante Munir, Nolito, Mena y Escudero.

Fernando, la compra más barata (4,5 millones), se ejercita con Pepe Conde ante Munir, Nolito, Mena y Escudero. / Juan Carlos Vázquez

Desde el verano de 2013 no había una revolución de tal calado como la actual en la plantilla del Sevilla. Entonces Monchi, tras una rueda de prensa al final de la temporada anterior en la que José María del Nido reconoció los errores que habían llevado a dejar al equipo fuera de Europa dos campañas seguidas, le dio a la plantilla la vuelta como a un calcetín. Por necesidades económicas, tras una grave crisis derivada de tener una plantilla muy cotizada que llevaba dos temporadas sin competir en Europa –la primera por caer en la previa ante el Hannover 96, la segunda por terminar noveno– y por necesidades deportivas. Entonces hubo 30 movimientos. Ahoran el Sevilla ha alcanzado los 28.

En la nueva plantilla que Monchi le ha puesto en las manos a Julen Lopetegui hay 14 nuevos futbolistas. Dabbur es una incorporación anterior al regreso del isleño y Pozo se incorpora tras su cesión en Granada. Fichajes de Monchi son 12: Bono, Koundé, Diego Carlos, Reguilón, Fernando, Gudelj, Joan Jordán, Rony Lopes, Óliver Torres, Ocampos, De Jong y Chicharito. Uno llegó como agente libre, Gudelj; cedidos, Bono y Reguilón.

El coste por adquisición de esos fichajes, Dabbur y los nueve de Monchi, es el más elevado en la historia del club, roza los 140 millones de euros. El Sevilla es el séptimo club de Europa, del mundo, que más ha invertido en traspasos. También ha vendido muchísimo el Sevilla, más que en otras ocasiones incluso, superando los 100 millones de euros. Pero por primera vez en muchísimos años, quizá desde el siglo pasado, el Sevilla presentará una cuenta negativa entre lo que vendido y lo comprado.

La revolución que quería hacer Monchi y que ha logrado sólo en un porcentaje, según confesó en la entrevista concedida a este diario, implicaba haber logrado realizar más traspasos de los numerosos descartes. Porque las 14 incorporaciones son un reflejo perfecto de las 14 salidas, pero de éstas hasta nueve tuvieron que ser por la fórmula de la cesión ante la imposibilidad de encontrar una solución más rentable económicamente. Es la pata principal que le ha fallado a Monchi en la planificación.

El proceso de dar salida a los descartes ha sido más lento que el de las llegadas, la mayoría de las cuales se produjo en una intensísima primera mitad de julio, para que Lopetegui tuviera todas las caras nuevas que fueran posibles en la primera concentración del equipo, en Lagos. Las nueve cesiones han sido las de Juan Soriano, Sergio Rico, Corchia, Aleix Vidal, Gnagnon, Kjaer, Arana, Amadou y Roque Mesa; mientras que fueron traspasados Wöber, Sarabia, Promes, Muriel y Ben Yedder.

En aquella revolución de 2013, fiada a un proyecto que se presentó a tres años y triunfó al primero en Turín, el Sevilla vendió por 90 millones (Negredo, Jesús Navas, Kondogbia, Medel, Luis Alberto, etc.). Fichó por unos 36 (Bacca, Gameiro, Iborra, Vitolo, Marin cedido, Mbia libre...). Y también tuvo Monchi que deshacerse de mucho descarte en forma de cesión: Botía, Stevanovic, Manu del Moral, Babá, Javi Hervás, Guarente... La diferencia, así pues, es el enorme balance negativo entre ventas y compras, unos 40 millones, en una apuesta fortísima e inédita.

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