Óliver Torres fue uno de los fichajes más madurados por Monchi en su regreso a la dirección deportiva del Sevilla. "La negociación duró varios meses, pero no salió nada en la prensa", desveló el gestor deportivo con el extremeño ya en Nervión. Cabe imaginarse las conversaciones de Julen Lopetegui con su ex pupilo en el Oporto y en las selecciones inferiores, como cabe recordar aquella reunión de Monchi con Jorge Mendes en Madrid con los focos puestos en otros futbolistas como Fernando y Óliver Torres de tapado. Pero se dieron las circunstancias y aquí está el talentoso mediocampista, dispuesto a aprovechar el tren del Sevilla como el definitivo para su guadianesca trayectoria.

El futbolista de Navalmoral de la Mata (10-11-1994) está en una edad ideal para dar otro pasito, quizá el más importante: el de sentirse un líder de un equipo como el Sevilla. Y así quiere hacerlo un futbolista que no huye de la responsabilidad, todo lo contrario. Óliver Torres, con contrato en vigor hasta 2024, ya pone la mente en lo que resta de Liga para dar su mejor nivel. Se ofrece a dar ese paso que es difícil no vincular a la situación de Banega, con contrato firmado con el Al-Shabab, según se encargó de publicar el pasado 25 de enero el club saudí, día en que Óliver Torres, precisamente, cuajó un gran partido al mando de un Sevilla que aquel día no pudo contar con el argentino por sanción. Fue ante el Granada y el equipo de Lopetegui se impuso por 2-0. Luego fue baja tres partidos de Liga por una lesión en el sóleo.

El técnico guipuzcoano lo ha ubicado en distintas posiciones. Pero, justo antes del parón, el extremeño reapareció erigiéndose en líder del equipo en el sufrido triunfo ante el Osasuna (3-2). En la posición de 10, el talentoso mediocampista encontró su sitio y ayudó al triunfo con la asistencia de los dos primeros goles: en juego dinámico con pase a En-Nesyri y a balón parado con el córner que cabeceó a gol Ocampos.

Óliver Torres llega a la ciudad deportiva con la obligatoria protección.

Se perdió el partido ante el Atlético, por sanción, pero ya está deseando desquitarse de aquella espinita clavada. "Mi idea es volver adonde lo dejé, a buen nivel y dando mi mejor rendimiento para ayudar al equipo. Lo dejé en un buen punto como fue el partido de Osasuna", dijo el futbolista tras el entrenamiento de ayer a los medios oficiales. "Mi evolución continúa y quiero ser la mejor versión de mí mismo y trabajo cada día para lograr eso y pensando en ello para poder ayudar al equipo. En estas once finales espero poder dar mi mejor rendimiento".

Con la incógnita puesta en cuándo será la fecha para la vuelta de la Liga, si el 12 o el 19 de junio, lo seguro es que la primera jornada deparará un partido de alta tensión, un plato fuerte ideal para retomar la competición con todo el voltaje enchufado, aunque Óliver Torres mira más allá de un simple partido de rivalidad. Su horizonte es más lejano.

"En el horizonte se vislumbra –dijo del partido en Nervión, sin público, ante el Betis–, pero la realidad está puesta en el entrenamiento de cada día. Es una situación que nunca hemos vivido y tenemos que ir poquito a poquito. Está claro que sabemos que el primer partido para el que nos preparamos es el del Betis, que es muy importante en la ciudad y que tenemos que darlo todo. Por otro lado, ilusiona mucho retomar la UEFA Europa League. Veremos a ver en qué formato lo hacen y en qué fechas, pero el Sevilla siempre se marca como objetivo esta competición y nosotros, que somos los protagonistas, tenemos muchas ganas de hacerlo y de competir a esos niveles", argumentó un Óliver Torres que quiere asentarse en el Sevilla a largo plazo y hacerlo con galones.