Sevilla FC - Valencia CF

Nervión, una llama deseando prender

Imagen de la grada de Gol Norte en el Sevilla-Athletic.

Imagen de la grada de Gol Norte en el Sevilla-Athletic. / Antonio Pizarro

El Ramón Sánchez-Pizjuán es estopa seca deseando arder. Un pabilo ya quemado que a poco que se le acerque la llama prenderá y dará luz mientras derrita la cera. Porque en Nervión ha habido de todo este año, incluidas tres goleadas vergonzosas, broncas al palco, episodios poco edificantes como el del máximo accionistas vociferando contra el presidente... Todo bajo el velo del cuestionamiento de la planificación. Pero también una afición que ha intentado levantar a su equipo en los momentos peores con una energía que se ha ido frustrando una y otra vez y que ahora se ilusiona con Sampaoli.

Valladolid (1-1), Barcelona (0-3), Manchester City (0-4), Atlético de Madrid (0-2), Borussia Dortmund (1-4) y Athletic (1-1) es el calendario casero del Sevilla en este terrorífico inicio de temporada que escenificó el contexto ideal para que se diera la tormenta perfecta. Y se dio. Tras el empate la derrota ante el Atlético y después de dejar pasar el parón liguero, la cúpula ejecutiva decidió despedir a Lopetegui, quien aún dirigiría el partido ante el Dortmund en un hecho insólito. En eso también es pionero el Sevilla, con en tantas otras cosas...

El duro calendario que le tocó en suerte al Sevilla, tanto en la Liga como en la Champions, fue como una especie de guillotina preparada por el destino a Julen Lopetegui, cuyo ciclo dio claros síntomas de conclusión desde la segunda mitad de la temporada pasada. El inicio de esta certificó que los avisos de los agoreros estaban bien fundados. 

Ante el Athletic, tras dos días de entrenamiento, Jorge Sampaoli hizo salir a su equipo en tromba, pero el fortísimo equipo de Ernesto Valverde atemperó ese ánimo belicoso y echó un jarro de agua sobre el pabilo de Nervión. La grada prácticamente enmudeció en la segunda parte ante la realidad de que lo que estaba viendo era otra demostración de impotencia. Bono y la falta de acierto de los delanteros salvaron al equipo y el argentino inició con esa pizca necesaria de fortuna su segundo ciclo en Nervión.

Ni siquiera en el segundo peor inicio de este siglo, la temporada 02-03, tuvo que esperar tanto la hinchada nervionense para celebrar el primer triunfo. Lo hizo en la cuarta comparecencia casera, en la jornada séptima ante el Valladolid (2-1), el primer rival en casa esta temporada que ya dio aviso de que los nubarrones traían agua a manta contra el fulgor del otrora fortín de Nervión.

Es más, en la última temporada en la que el Sevilla descendió, la 99-00, también prendió antes la llama de Nervión: fue también en la séptima jornada, en la cuarta ante su gente y frente al Betis. El equipo de Marcos Alonso, al que el veterano Griguol había llamado sparring, ganó el derbi con un contundente 3-0.  

Sólo en la nefasta temporada 96-97, la única en la que empezó peor el Sevilla antes que en la presente hasta acabar descendiendo, tuvo que pasar más tiempo. Fue en la jornada undécima de Liga, en el sexto partido en casa. El conjunto que dirigía José Antonio Camacho ganó por 4-2 al Athletic de Bilbano. Y era ya el 3 de noviembre.

Este martes, ante el Valencia, el club ha tenido en cuenta la realidad de este contexto y también que es horario laborable y comercial y ha sacado una oferta de dos entradas al precio de uno para socios. Es un gesto, un guiño para una afición que se ha ilusionado con Sampaoli, pero que necesita soltar rabia y frustración en forma de victoria. Nervión, estopa seca, está desenado arder... pero de alegría

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