Sevilla FC

De cinco fichajes a cero en el plazo de dos años: mercado en crisis

Monchi, en su última aparición pública, abraza a Jesús Navas durante su rutilante renovación.

Monchi, en su última aparición pública, abraza a Jesús Navas durante su rutilante renovación. / Antonio Pizarro

El Sevilla iniciará los protocolos previos a la pretemporada este martes y, salvo sorpresa mayúscula, la reincorporación de futbolistas al trabajo será sin ninguna cara nueva.

Lo venían anunciando en sus reiteradas declaraciones públicas las dos principales cabezas visibles del Sevilla, José Castro y Monchi. Tanto el presidente como el director general deportivo han reiterado desde que el 23 de mayo acabara la Liga que este mercado iba a estar muy atascado por varios factores, entre los que destaca sobremanera que la verdadera crisis del Covid-19 se va a ver reflejado de verdad en este mercado de fichajes, absolutamente varado.

El primer año de la era Covid aún tenían los clubes el remanente de haber competido en condiciones normales más de media temporada. Los patrocinios estaban vigentes, los derechos televisivos, los abonos y el taquillaje tuvieron repercusión en las arcas, aunque luego el club diera a sus socios la oportunidad de recuperar el dinero de las once últimas jornadas ligueras sin público. A eso hay que sumar la gran compuerta para el mercado que siempre supone un gran torneo, la Eurocopa sobre todo;pero también la Copa América. Ambos encaran las eliminatorias decisivas y aún no se ha producido ningún gran movimiento en el mercado que pueda dar comienzo a la ruleta europea de grandes traspasos.

En el caso del Sevilla, la comparación con el primer verano de la segunda era Monchi es evidente. Hasta ahora sólo ha anunciado a bombo y platillo, con el boato merecido, la renovación de Jesús Navas. Y sotto voce, las rescisiones de Juan Soriano, Lara o Aleix Vidal. En cambio, tal día como hoy, 4 de julio, de hace dos años el Sevilla anunciaba la contratación de Ocampos. Era el quinto fichaje de Monchi, que aquella primavera se hizo también de esperar e incluso bromeaba en Twitter sobre los consejos que le daban sus perritas Luna y Piña para acertar en las decisiones que debía tomar para realizar una auténtica revolución de la planificación sevillista.

El primero de esa revolución llegó en junio y fue Diego Carlos. Luego fueron cayendo, aún en junio, Joan Jordán tras una ardua negociación con el Eibar; y ya en julio De Jong; Koundé, la gran apuesta de Monchi; y Ocampos, quien fue anunciado precisamente el 4 de julio de hace dos años.

Dos de esos futbolistas se presentan actualmente como piezas clave en la particular partida de dominó del Sevilla ante el mercado. De Jong, pese a que se lesionó en la Eurocopa y ya fue baja en el partido que supuso la eliminación de Países Bajos, es uno de los futbolistas por los que el Sevilla espera que pueda tener algún ingreso. Tiene gancho en su país y en junio surgió la opción, ahora enfriada, de que el PSV quisiera repatriarlo. Pero la piedra angular de todo es Koundé, que durante la preparación de la Eurocopa reiteró en declaraciones hechas en Francia que es el verano para salir. Pero de momento no ha llegado en firme ninguna oferta que convenza.

El comité ejecutivo espera una oferta formal por el excelente central francés, cuya participación en la Eurocopa ha sido escueta y discreta. Pero su proyección sigue vigente. ¿El problema? Que no hay liquidez en un mercado en el que los grandes clubes europeos, casi los mismos que quisieron desligarse en la Superliga para enjugar su crisis financiera, no han movido ficha. El Sevilla ni ha oficializado el fichaje, como agente libre, de Dimitrovic. Prisa no tiene. El mercado va para largo, la columna vertebral está asentada y el aval Monchi sostiene la presión.

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