Sevilla FC

Dilema resuelto: jugar y arriesgar

  • El Sevilla, con la Champions atada si se suspendiera la Liga, necesita retomar ésta para evitar que se le descuadre aún más el presupuesto más alto de su historia, que difícilmente podrá cumplir

  • Sólo por televisión dejaría de cobrar más de 24 millones si no se reinicia la Liga

Lopetegui se dirige a Monchi ante José Castro antes del parón de la competición.

Lopetegui se dirige a Monchi ante José Castro antes del parón de la competición. / Antonio Pizarro

Pese a la gran oposición de buena parte del sevillismo de base, expresada en un duro comunicado de unos sesenta colectivos en representación transversal de los más distintos grupos de aficionados, el Sevilla quiere retomar la competición. Más que desearlo, puesto que si se suspendiera la Liga se aseguraría el tercer puesto y el acceso a la próxima Liga de Campeones, lo necesita. El descuadre presupuestario sería muy grande si al club de Nervión no llegase el maná de televisiones y patrocinios del último tramo de la competición.

Los 11 partidos que quedan tienen mucho peso en los ingresos de los clubes de Primera División y, a diferencia de otras entidades con intereses clasificatorios por encima de temas económicos, sobre todo los que se jugarán el descenso, pero también los que ahora no tienen acceso a Champions o Europa, el Sevilla quiere jugar y arriesgar. Sólo por derechos televisivos se juega el Sevilla casi 25 millones de euros por esas once jornadas.

En la última Junta de Accionistas, el Sevilla presentó a sus propietarios legales un ambicioso presupuesto de 215 millones de euros. Un balance que incluía la inversión más fuerte realizada por el Sevilla en materia de fichajes, en compra de fichas. Dejando a un lado los emolumentos de los futbolistas del presente curso, y las amortizaciones de traspasos de ejercicios económicos anteriores, sólo en traspasos para esta temporada el Sevilla ha comprometido casi 160 millones, entre lo invertido en verano y lo arriesgado en enero, cuando fichó a En-Nesyri por 20 millones de euros, además de Suso.

Fue un plan arriesgado, puesto que llegó tras el ejercicio con menos superávit de los últimos años: sólo 2,4 millones de euros, frente al histórico registro de los 25,7 millones del ejercicio 17-18, en el que el club disputó la Champions hasta cuartos de final y la final de la Copa del Rey.

La irrupción del coronavirus ha llegado para el Sevilla en un momento clave. El club presentó en la pasada Junta de Accionistas el gran logro de la paz social, con un coste crematístico añadido. Sobre esa paz social, el Sevilla anunció un plan quinquenal muy ambicioso, para realizar un proyecto de crecimiento, sobre la profesionalización de su consejo de administración, garantizando con el reparto de dividendos que los grandes accionistas no venderán a capital extranjero sus paquetes. "Un Sevilla con ADN cien por cien sevillista", dijo José Castro al anunciar la paz social firmada en otoño.

El regreso de Monchi al club también significó una revolución importantísima que requirió la mencionada inversión en fichajes. Y el propio Monchi es consciente de lo muchísimo que hay en juego, como dijo el viernes en RTVE, cuando se congratuló de que el Consejo Superior de Deportes diera el beneplácito al protocolo de LaLiga previa aplicación masiva de test médicos a los futbolistas y al personal ascrito a la primera plantilla. "Se están dando los pasos necesarios y de manera muy trabajada para que podamos volver. Me preocupa en primer lugar la salud, que es lo más importante, pero también la estabilidad económica de los clubes, evidentemente", dijo el director deportivo del Sevilla.

En ningún caso la cúpula ejecutiva del Sevilla se planteó presionar internamente para evitar que se retome la competición, como sí han hecho muchos clubes. Saben que hay mucho dinero tras esas 11 jornadas y que el club dejaría de ingresar 24,3 millones por derechos televisivos, ya que iba a cobrar 84 millones por las 38 jornadas. Pero a eso hay que sumar los porcentajes correspondientes a patrocinadores y el taquillaje que ya no podrá percibir. Y al lucro cesante por esas partidas hay que unir la compensación que de algún modo el Sevilla deberá acometer para satisfacer a sus abonados, que se perderán seis partidos de Liga en casa más la ida de los octavos de final de la Europa League ante la Roma.

De la Europa League también hay pendiente distintos ingresos por esa competición, sobre todo relativos al market pool que va asociado a los derechos de retransmisión. Y el paso para el inicio del protocolo de LaLiga para la vuelta a los entrenamientos, y la reanudación misma del campeonato liguero es el paso previo pedido por la UEFA para retomar sus competiciones en agosto. El Sevilla quiere jugar, y defender en el campo su tercer puesto para que los futuros ingresos Champions palien el descuadre presupuestario que tendrá.

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