El Standard de Lieja no viene precisamente fino. Uno de los colosos de Bélgica por historia lleva una década sin cantar un título de liga. Acumula 10 campeonatos, pero el último data de la campaña 08-09, precisamente el año que derrotó al Sevilla de Manolo Jiménez (1-0) en la Liga Europa en la que quedó apeado en la fase inicial. Aquel equipo con Mbokani, De Camargo, Witsel, Defour... y con la reciente marcha de Fellaini, marcó una época en Bélgica.

Ahora, el cuadro que entrena el mítico Michel Preud’homme, aquel frío e hierático guardameta que creó escuela en Europa y que participó en dos Mundiales (Italia 90 y EEUU 94), es un Standard muy renovado que lucha por no despegarse de la cabeza de la tabla en la Jupiler League tras perder de vista peligrosamente al líder, el Brujas, situado ya a 9 puntos, y del Anderlecht, a 7. Tras empatar el pasado fin de semana en casa ante el Charleroi (0-0), los de Preud’homme son sextos tras sumar dos jornadas sin ganar, ya que antes del parón por los partidos internacionales perdieron ante el modesto Eupen (2-1).

Con jugadores conocidos en España como los ex granadinistas Memo Ochoa, Mehdi Carcela y Uche Agbo y el ex centrocampista del Málaga Maxime Lestienne, los belgas llegan a la competición rebotados de la previa de la Champions, a la que llegaron gracias a su subcampeonato liguero la temporada pasada. La derrota ante el Ajax (2-2 y 3-0) lo ha dejado sin poder disfrutar de la máxima competición continental, por lo que es un rival peligroso para el Sevilla pese a llegar desde el bombo 3.

Llegan con una baja importante, la del congolés Mpoku, superviviente del último Standard que se midió al Sevilla. De hecho, fue el autor del gol de los belgas en el 3-1 de la Liga Europa 14-15.

Se trata de un equipo muy fresco de piernas, pues la edad media de la plantilla es bastante baja. Tienen velocidad y combinan el juego directo con intentos de jugar, como desveló ayer de forma somera el propio Machín en su comparecencia ante los medios.