El partido del Sevilla | Análisis

Un ataque sin retroceso

  • El Sevilla generó superioridades ante el Cádiz con casi 6 hombres en línea más Rakitic

Informe táctico

Informe táctico / Departamento Infografía

Pese a las amenazas que se presentaban en cuanto al estilo de juego del Cádiz, el Sevilla vivió su partido más plácido de la temporada en una tarde en la que prácticamente su fútbol sólo tuvo una dirección. Con un ataque sin retroceso salvo quizá en los últimos minutos en los que la relajación permitió ciertas concesiones, el equipo de Lopetegui llevó siempre el peso del partido ante un equipo que trató de defender con dos líneas de cuatro que se incrustaron muy cerca del área de Ledesma y que facilitaron las cosas para un ataque en superioridad de una formación que en ataque –no ayer sino todos los partidos– se ordena con una especie de 2-1-3-4 con dos delanteros centros que son En-Nesyri y Ocampos. En el Sevilla, los giros en el sistema 4-3-3 los provocan los laterales, Jesús Navas y Acuña, que mandan a otras zonas del campo a los extremos, en este caso Suso y el argentino.

El gaditano busca los terrenos de los medios para perfilar su zurda y el cordobés suele emparejarse con En-Nesyri aunque a veces hace incursiones a una de las bandas para partir de ahí y aprovechar zancada y potencia.

Defensa

Los dos puntas del Cádiz, Negredo y Lozano, no engarzaron ni una vez con el resto del equipo ni encontraron espacio alguno. El Sevilla los fijó con Koundé, que no subió –distinto es cuando el rival deja un punta solo– y Sergi Gómez, más Fernando por delante como hombre libre en las vigilancias.

Los extremos del Cádiz no buscaron ni una vez el uno contra uno y Navas y Acuña tuvieron cero exigencia en defensa.

Sólo al final, con la relajación propia del resultado, el sistema defensivo tuvo ciertos desajustes.

Ataque

Comoquiera que el Cádiz defendía con ocho jugadores al dejar casi siempre dos puntas, al Sevilla le costó relativamente poco generar superioridades numéricas con hasta seis hombres de ataque, alineados y abiertos en amplitud, más Rakitic de enlace.

El Sevilla estuvo muchísimo más tiempo en fase ofensiva, por lo que el 4-3-3 casi ni se vio. Quizá algo más en la segunda parte. El resto del tiempo, con unos índices de posesión abrumadores (80,1% frente al 19,9%), los de Lopetegui circularon el balón además con la comodidad que da que el rival se meta atrás por propio convencimiento. Con En-Nesyri y Ocampos fijando a sus centrales, la mayor calidad técnica era fácil que saliera a relucir.

Suso y el argentino le dan el pasillo a los laterales y éstos acaban generando superioridades y situaciones constantes de dos contra uno con los que se les asociaban (Suso, Rakitic, Óliver Torres, Ocampos cuando salía...).

Virtudes

El Sevilla fue profundo y vertical, aunque no siempre se dan las situaciones idóneas. Acumuló muchos futbolistas en ataque, pero porque todo contribuyó a ello.

Talón de Aquiles

La relajación del final.

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