Una autocrítica necesaria

El entrenador del Sevilla, Míchel, mostró claramente su malestar por la derrota de su equipo en San Mamés y fue rotundo al valorar la importancia de los puntos y la ocasión perdida ante uno de los enemigos directos en la lucha por los puestos europeos.

El técnico del Sevilla habló de las claves del encuentro e hizo especial hincapié en la necesidad de no dejar jugar al contrincante de la forma en que lo hizo, imponiendo su potencial desde el arranque y sacando fruto de jugadas que ya conocía sobradamente el cuadro nervionense.

Míchel empezó su comparecencia en rueda de prensa haciendo referencia al tipo de choque que nació de la falta de equilibrio en ambos conjuntos desde el arranque: "Creo que la primera parte tuvo igualdad y ocasiones para los dos equipos. Nos faltó tener más el balón en algunos momentos. Nos precipitamos y al Athletic le interesaba el intercambio de golpes más que a nosotros". También hizo referencia a las llegadas de su equipo en el primer tiempo, con claras oportunidades para ponerse por delante: "Hemos fallado, además, alguna ocasión clarísima. Luego hemos recibido ese gol eterno del Athletic, con un centro por la banda y un remate de Llorente. Creíamos que esa situación estaba controlada, pero no fue así y eso nos costó los tres puntos, que eran vitales para la lucha que tenemos".

Palabras para hacer referencia a lo que los dos equipos expusieron en el terreno de juego. Míchel era consciente de lo que podría dar el rival y fue crítico con su equipo al pedir más de él en algunos momentos puntuales del duelo: "Tenemos que ir a ganar a todos los sitios y veníamos para ello. Esperaba este partido del Athletic, con la consistencia y la energía de siempre; pero nosotros, sabiendo lo que nos estábamos jugando, debimos dar más y no fue así".

Ahora la realidad sigue siendo parecida a la jornada anterior, con pocas diferencias en la zona alta por la lucha por los puestos europeos, aunque con el Athletic más cerca y menos opciones para recortar puntos respecto a los demás enemigos. El técnico habló claro sobre ello: "Sabíamos que el Athletic también se metía en la pelea por la zona europea si se llevaba los puntos. Los demás equipos también han perdido y era una oportunidad muy buena para recortar puntos. Veníamos a Bilbao con esas intenciones, pero se observa que sólo con intenciones no es suficiente".

Otro problema para Míchel será la posible baja de Kanoute para algunas jornadas próximas, entre ellas la que tendrá que afrontar en su partido del jueves ante el Zaragoza de Manolo Jiménez. El técnico mostró su impotencia con ello: "Creemos que Kanoute puede tener una rotura de fibras y seguramente estará algún tiempo de baja en el equipo". El lado positivo, tras la derrota ante el Athletic de Bilbao, es el regreso de Guarente, sobre el que Míchel se pronunció valorando la presencia de un nuevo futbolista para sus planes en un momento difícil por las constantes ausencias: "Es un buen futbolista, necesita minutos y partidos. En este sprint final necesitamos a todos porque se ve que serán necesarios".