Sevilla FC | Lucha accionarial

Ni balsas ni aceites

José Castro y Del Nido Carrasco, presidente y vicepresidente.

José Castro y Del Nido Carrasco, presidente y vicepresidente. / victor rodríguez

Por primera vez en muchos años, la Junta General de Accionistas del Sevilla FC SAD se presenta desde incierta a inquietante, con todos los calificativos que pudiera haber en medio presentes. Aquel tópico que usaban los cronistas para ilustrar el desarrollo de una asamblea absolutamente controlada por la mesa se dio en llamar “una balsa de aceite”. Con la única nota discordante de algún accionista cascarrabias que en ruegos y preguntas denunciaba con más o menos gracia para arrancar aplausos y dos o tres chistes que tenía goteras en su localidad, aquello pasó a mejor vida. También es cierto que los nuevos formatos en los que ni se contesta a las preguntas formuladas le cortaron hasta ese romanticismo a un acontecimiento señalado en el calendario anual de cualquier sevillista y que se convierte en el pulsómetro del estado general de la sociedad.

La Junta del próximo día 26, Ordinaria y Extraordinaria tras la convocatoria oficial conjunta tras la petición de Sevillistas Unidos 2020, promete movidas desde el minuto uno y presenta un desenlace de lo más incierto. Con José María del Nido habiendo recuperado el control de sus acciones y, supuestamente, en una alianza junto al grupo americano, amenaza con desbancar del sillón presidencial a Castro y quien conoce al letrado sabe que no es hombre de dar un paso de este calibre sin tener las espaldas cubiertas.

Se prevén maniobras legales secretas y que saldrán a relucir en el último momento, cada bando con su corte de abogados estudiando la letra pequeña de cada pacto de los miles que hay, y, como no podía ser de otra forma en la previa de un combate, ambos se sienten claramente ganadores. Aunque hay quien, sumando adhesiones, vaticina un resultado muy ajustado –por lo que el papel de los pequeños accionistas puede ser clave–, cada bando hace cuentas distintas según el as que guarda en la manga.

A todo esto, el déficit de 41 millones de euros en pérdidas que presenta el actual consejo de administración –por mucho que esté por medio el atenuante de la crisis generada por la pandemia– va a hacer mucho daño a la gestión de Castro, que seguro –tanto sea el ganador o no– va a escuchar críticas y le van a sacar documentos que lo van a comprometer ante el sevillismo, sobre todo tendentes a demostrar que tanto él como Paco Guijarro y la familia Alés firmaron un acuerdo con el grupo 777 Partners para guiar, por así decirlo, a este grupo inversor a comprar acciones primero (posee el 7%) y, después, a una venta definitiva de sus paquetes.

Pero como suele ocurrir en estos casos, quien mete las ascuas en casa acaba quemándose y ahora tiene al grupo americano en contra y con el peor aliado posible, el ex presidente Del Nido, que es consciente de que es considerado el invasor por el sevillismo pero que le puede servir para volver al poder.

En el pacto de gobernabilidad firmado en noviembre de 2019 (paradójicamante llamado pacto por la paz) y que contemplaba un relevo en la presidencia en 2023 para la familia Del Nido, puede estar la clave. Benevente lo declaró nulo y a raíz de ahí vinieron las guerras judiciales, con incluso el enfrentamiento entre padre e hijo. El ex presidente hará valer que Del Nido Carrasco no tiene representatividad alguna en sus acciones, mientras que el bando de Castro defenderá que éstas deben votar, por resolución judicial, a favor de su alianza en determinados temas concernientes a la gestión del club.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios