El partido del Sevilla | Análisis

Un bloqueo mental y otro físico

Informe táctico

Informe táctico / Departamento Infografía

A este Sevilla se le junta todo. Cansancio físico, algo evidente y que no se puede discutir tras una lista de lesionados que no acaba nunca y que se renueva cada tres días; cansancio psicológico, difícil de medir pero entendible para cualquiera que sepa lo que es la presión desde cualquier faceta profesional; también que la segunda unidad claramente baja el nivel; y, por último, saturación y falta de ideas, clave para generar situaciones de gol, que ayer se echaron en falta quizá más que otros días.

Todas estas cuestiones tuvieron alguna incidencia en la respuesta del equipo ante un buen rival, no olvidemos, una Real Sociedad que en el primer tramo de Liga estaba en las quinielas como aspirante a todo y que estuvo cerca de pescar con más profusión en todo este río revuelto que es ahora mismo el Sevilla.

El cansancio físico después de 120 minutos sin premio (lo que multiplica por dos el esfuerzo) en Londres se notó, sobre todo en una fase en la que la parcela ancha hizo aguas cuando la Real fue metiendo piezas por el centro: David Silva, Guridi... que generaron superioridades numéricas ante un Delaney exhausto y fuera de su rol habitual.

La Pizarra La Pizarra

La Pizarra / Departamento Infografía

Eso por un lado. Por otro, el dibujo no beneficia. El Sevilla está habituado a funcionar, tanto en ataque como en defensa, en un 4-3-3 y la presencia de un mediapunta más provoca dos cosas, cada una afectando a una de las fases del juego. Por un lado resta un pieza para defender y por otro, el acoplamiento de los extremos con los pasillos exteriores para los laterales no es el mismo.

Defensa

La elección de Martial también tuvo una repercusión en el inicio defensivo, aunque la Real Sociedad en la primera mitad apenas llegó, sólo lo hizo al final de la misma en la ocasión de Sorloth. Pero el francés no ejecuta la primera línea de presión como Rafa Mir o En-Nesyri, y en los reinicios, que en teoría eran para Munir, tampoco había esa energía necesaria para robar en campo contrario.

Después, en bloque medio-bajo el Sevilla sufrió en la fase en la que Delaney y Jordán se vieron superados por un mayor número de jugadores del rival.

Ataque

En la primera parte costó mucho encontrar el camino, sólo la asociación Ocampos-Navas generó centros y alguna llegada, pero el atasco era evidente. Ni cambiando a Tecatito y al argentino de banda surgía la chispa y Óliver Torres estaba muy atrás, donde su juego no fluye como entre líneas.

Fue la salida de Lamela la que dio algo de aire fresco e ideas al ataque, aunque, la verdad, sin que hubiera una claridad patente, siempre con todas las acciones generándose en la derecha, donde Jesús Navas sí demostraba tener energías.

Virtudes

El arreón final es una señal de que el equipo se rebela ante su suerte, pero no le da.

Talón de Aquiles

Hay un atasco mental evidente que se une al físico. Preocupante el no ser capaz de disparar entre los tres palos, aunque sí se generaron ocasiones, que no por ello deben de dejar de contar en el haber del equipo.

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