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La traición al concepto: la charla de Mendilibar que no sirvió para nada

Mendilibar, meditabundo, durante el partido en Mendizorroza.

Mendilibar, meditabundo, durante el partido en Mendizorroza. / AFP7 / Europa Press

LaLiga ha implementado nuevos usos de su producto, los partidos de fútbol televisados, en los que se abre de par en par el vestuario antes de cada partido y en los que se retransmiten las charlas de los tiempos muertos, aprovechando las pausas de hidratación. Es un concepto antiguo que viene de la concepción del deporte como espectáculo procedente de Estados Unidos. Quizá sea una traición a la concepción europea de este deporte, una intrusión que ya importó el baloncesto. Pero también ayuda a comprender cosas.

En la pausa de hidratación de la primera parte en Mendizorroza, periodo en el que la temperatura lindaba los 30 grados, Movistar metió sus micrófonos en la zona del Sevilla. Y ahí habló José Luis Mendilibar a sus jugadores de los vicios antiguos que estaba viendo: el juego horizontal y el riesgo a sufrir por malos repliegues en las pérdidas. El Alavés lo invitó a ello y el Sevilla cayó en la trampa. Como ante el Valencia.

Sin correr al espacio, juego horizontal y fragilidad

"Estamos jugando todo el tiempo al pie, no corremos ninguno al espacio, no me vale. Alguno tiene que romper alguna vez..., hostia, al espacio. Y una cosa, jugamos, jugamos, jugamos... Hay un momento en el que tenemos que romper una línea. No me vale jugar a lo ancho del campo, no me vale para nada. Vamos a jugar hacia delante. Un saque de banda, Coco, en apoyo; Youssef, en apoyo; todos en apoyo. No me vale", les dijo a sus futbolistas en el corro junto al banquillo.

Ahí lo interrumpe Acuña, que le dice algo de los pases tapándose la boca, como si el micrófono no captara la charla, y prosigue el vizcaíno. "Luego estamos jugando, jugando -con gestos en horizontal- pero cuando nos roban el balón a veces nos pillan fuera de sitio, cuidado con eso".

Mendilibar expuso así cómo este mismo Sevilla que tuvo incluso un mejor comienzo la temporada pasada, con aquella derrota en Pamplona y el empate en casa ante el Valladolid, volvió a los vicios del pasado.

Al vizcaíno se le ha discutido mucho la elección del once en Mendizorroza, la ausencia de Fernando, y la renuncia a alinear a dos de los fichajes que, en teoría, han llegado para paliar esos males antiguos. Gattoni no jugó ni un minuto, y tampoco Sow, un hombre que ha llegado para aportar fibra y ritmo, verticalidad box to box. Precisamente lo que se echó en falta a Joan Jordán y Rakitic, dos jugadores que no son medios de cierre y tras cuyas espaldas el Alavés hizo mucho daño, porque tampoco estaba Fernando, quien cuando salió no arregló nada. 

En la rueda de prensa posterior a la derrota, a Mendilibar se le preguntó precisamente por qué no jugó Sow. Ahí habló de los galones de los que al final de la temporada pasada sacaron al equipo del descenso y lograron el milagro de la Séptima.

La ausencia de Sow y la presencia de Joan Jordán

Esta fue su respuesta sobre Sow: "Llegó tres días antes de acabar el stage de Estados Unidos, hemos jugado sólo tres partidos oficiales, tenemos que tener algo de confianza en la gente que también nos dio algo el año pasado, levantamos la cabeza en la Liga y acabamos ganando la Europa league... habrá tiempo para todo". 

Pero Joan Jordán, por ejemplo, apenas jugó en ese periodo por una lesión. En la Europa League no participó con Mendilibar, salvo una aparición testimonial al final de la prórroga con la Roma. Y en la Liga tuvo apenas apareció tampoco, salvo en las dos primeras citas con Cádiz y Valencia.  

A Mendilibar no le sirvió de nada su charla. El Sevilla siguió cayendo en los vicios antiguos y acabó vapuleado por un recién ascendido que le cedió el balón para robárselo y hacerle daño. Es un problema de traición al concepto. ¿Cómo fue tan diferente el partido de Mendizorroza del de la Supercopa? Quizá la clave es que ante el Manchester City, éste monopolizó el balón y ahí sí supo salir a la contra el Sevilla tras arroparse muy bien atrás.

No es un problema sólo de correr, sino de concepto y plan de partido. El Sevilla tuvo el 67% de la posesión y no le sirvió para nada. Pero Mendilibar también erró al poner el foco en sus jugadores... "Cada uno tenemos que mirarnos nuestra propia cabeza, y pensar lo que hemos corrido cuando hacemos las cosas bien. El día del Valencia corrimos bastante menos que ellos y hoy, aunque no soy de mirar los datos, seguro que hemos corrido menos que el Alavés. Hasta ahora, en la Liga, no hemos sido equipo, a ver lo que vamos a tardar en hacerlo".

Ahí sí dio una pista: el Sevilla no ha sido en la Liga el equipo que quiere Mendilibar. El concepto ha vuelto a ser el de equipo dominador, inane, sin profundidad y frágil en defensa. La traición al concepto, más que correr, es la clave. Y quizá para ese concepto debiera haber elegido a otros futbolistas...

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