Si no fuera por que está al mando de las operaciones quien está, las alarmas se habrían disparado por el retraso aparente que presenta la planificación de la primera plantilla para la próxima campaña a menos de dos semanas para que Julen Lopetegui cambie el traje por el chándal y se inicie el trabajo de pretemporada el próximo 4 de julio, fecha de los controles médicos.

Monchi, ese rey Midas para el sevillismo regresado con marchamo de superhéroe, dispone exactamente de doce días, no ya para completar –que eso será imposible–, pero sí para avanzar de forma más o menos tranquilizadora en la confección de una plantilla que a día de hoy está manga por hombro, con apenas doce jugadores con un hueco asegurado incluyendo en esta lista a Gnagnon y a Bryan Gil.

Muchas dudas, muchos nombres en el aire tanto en el capítulo de entradas como de salidas y sólo un refuerzo que asoma con cierta seguridad en el horizonte para los próximos días o las próximas horas, el de Joan Jordán, cuyo fichaje está al caer al acercarse las posturas entre Sevilla y Eibar en torno a los 12 millones de euros.

El de San Fernando tiene mucho trabajo por delante, pues, según el cuadro que ha esbozado junto a Lopetegui y que está claramente por pintar, más de la mitad de la plantilla va a cambiar por completo. Vaclik, Carriço, Wöber, Diego Carlos, Jesús Navas, Escudero, Banega, Franco Vázquez, Munir y Dabbur. Diez futbolistas tienen plaza fija salvo que llegue una oferta fuera de mercado por alguno de ellos. Súmeseles Gnagnon, que saldría de llegar una opción interesante, y Bryan Gil, dos jugadores que cuentan con el aval de la juventud, para completar la nómina de futbolistas de los que Lopetegui dispondría a día de hoy.

El resto es un mar de dudas. Promes podría estar a caballo entre un grupo y otro, ya que una oferta importante (y el Ajax puede tener liquidez cuando avance el mercado) haría que el holandés también dejase una plantilla en la que todo hace indicar que no estarán ni Ben Yedder ni Sarabia, principales activos para dotar de músculo financiero al club de cara a las operaciones que debe acometer.

Todo puede pasar, desde luego, sobre todo en el caso del madrileño, que tiene una importantísima oferta de renovación sobre la mesa, pero Monchi y Lopetegui no lo han incluido en sus cuentas.

Juan Soriano, Aleix Vidal, Kjaer, Sergi Gómez, Arana, Amadou, Roque Mesa y Nolito no tienen sitio si fuera por la opinión actual de ambos, al igual que la mayoría de los que vuelven tras su cesión, que no son pocos: Sergio Rico, Corchia, Cristian González, Aburjania, Felipe Carballo y Marc Gual. En este grupo habría que incluir a Carlos Fernández y a Pozo, sobre los que aún está pendiente una decisión final, con más posibilidades de quedarse en la plantilla para el espigado delantero de Castilleja de Guzmán tras el buen fin de temporada que está realizando en el Deportivo.

Está claro que el mercado se va a empezar a mover ahora y hay quien dirá que no hay razones para asustarse, pero el día 6 el Sevilla tiene previsto abrir el primer stage de pretemporada en Portugal y sería muy arriesgado iniciarlo con sólo la mitad del plantel con el que trabajará Lopetegui asegurada y la otra mitad pendiente de su futuro.

Monchi está trabajando en alguna venta importante para empezar a varear el olivo, y está claro que cuando ello se produzca las operaciones, que pueden llegar a cifrarse en 25 ó 26 entre salidas y entradas, llegarán en cascada. De hecho, la venta de Muriel debe tener pronto su reflejo en una incorporación (¿Joan Jordán?) y la confianza en Monchi está a prueba de bombas. Es lo único que permite que la innegable contrarreloj pueda considerarse “controlada”.