Barcelona-Sevilla | Los nombres propios

Del criterio con el pie de Pape Gueye a la descuidada espalda de Montiel

  • El debut del medio senegalés fue de las contadas notas positivas que deparó el Sevilla en el Camp Nou

Pape Gueye trata de hostigar a Kessie.

Pape Gueye trata de hostigar a Kessie. / Toni Albir (Efe)

Hay formas y formas de perder en el Camp Nou, donde dobla las rodillas casi todo el mundo, pero la del Sevilla de Jorge Sampaoli fue indecorosa por la medrosa actitud del colectivo bajo las consignas del preparador argentino. Pape Gueye, que se estrenó, fue de las escasas notas agradables para el sevillista por su criterio y manejo, aunque su ritmo no sea alto.

Pape Gueye | Su zurda es precisa y tiene criterio, pero es parsimonioso

El internacional senegalés se acopló al equipo con ciertas maneras. Sampaoli le puso a su derecha a Joan Jordán y más adelante, en un teórico cuadrado, a Óliver Torres y Rakitic como vértices más adelantados. No se complicó con la pelota ni perdió la posición, aunque su primer examen no pudo ser más exigente, vista la agresividad de los Kessie, Gavi y compañía. Fue el primero que se animó a chutar. El ritmo y la electricidad, eso sí, no está entre sus virtudes. Al menos ahora mismo.

Montiel | Vuelven sus reiteradas y fatales distracciones a su espalda

El campeón del mundo retornó de Qatar dispuesto a terminar de entrar en el Sevilla y en los corazones de la afición sevillista, pero en un escenario de primer nivel como el Camp Nou volvió a ser ese lateral distraído que descuida su espalda y lo paga caro su equipo. Le ocurrió varias veces con Jordi Alba y Gavi sacó partido de tal circunstancia para sentenciar al Sevilla con el segundo gol. Ya en la primera vuelta, el argentino se había dormido en un centro lejanísimo que Lewandowski aprovechó.

Bryan Gil | Conserva su regate y chispa, eso está claro

Estaba la partida muy desigualada aunque aún persistiera el 0-0 cuando el barbateño salió al terreno de juego tras el descanso, pero fue capaz de trabajarse alguna acción ofensiva por la izquierda, sobre todo una en la que salió de su par con un regate increíble cambiándose el balón de pie. Ha vuelto con el regate y la chispa en la valija.

Ocampos | En este Sevilla tan romo, él debe jugar

Lucas Ocampos obedece a un patrón que sólo él tiene en la plantilla del Sevilla, en la que, por otra parte, tampoco es que abunden los jugadores capaces de batir líneas y ponerse de remate. Por eso, cuando salió en un partido tan cuesta arriba, algo agitó. De hecho, suyo fue el único remate a portería.

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