Crónica del Sevilla-Ujpest

Machín presenta su modelo de profundidades (4-0)

  • El Sevilla inaugura su nuevo proyecto con un cómodo triunfo ante un débil rival empequeñecido aún más al quedarse con diez

  • Jesús Navas se exhibió y los blancos borraron al Ujpest moviendo sus piezas y metiendo balones largos

Otra cosa distinta hubiera sido un ruinoso estreno, pero el Sevilla de Pablo Machín puso su primera pica con toda la brillantez que le permitió un rival endeblísimo, un Ujpest húngaro que ni siquiera compareció en el Sánchez-Pizjuán en el regreso del campeón a su competición preferida. Como es lógico, no es el campeón vigente, pero si su último partido en la Europa League fue la final de Basilea, en el espíritu del reencuentro estaba el marchamo de lo que el equipo nervionense es: el favorito, el rey de la competición, el enemigo a batir, el rival con más coeficiente UEFA de todos los participantes...

Partido no hubo. El Ujpest dimitió rápido. Estuvo de pie el tiempo que lo mantuvo su portero, que a los siete minutos ya había recibido un gol, pero que se aguantó colgando sobre el vacío media hora más, hasta que un compañero le soltó las manos con un penalti a Sarabia y su consiguiente expulsión. Lo difícil se convirtió en imposible y el equipo húngaro se entregó, se fue al descanso con un 3-0 en contra y mantuvo el decoro en la segunda parte al levantar el Sevilla el pie del acelerador y añadir sólo un gol más, ya en el tiempo de descuento.

Pero, con las reservas de lo que no deja de ser un partido de pretemporada aunque con calificación competitiva, lo que interesaba era lo que Machín nos iba a mostrar. Y lo que compareció fue un modelo que presiona en alta intensidad y se compacta coordinadamente en fase defensiva y que ofrece también unas características muy marcadas en fase ofensiva. Es un juego de movimiento continuo de piezas buscando profundidades en la basculación lateral del rival. Lateral y hacia arriba, porque así llegaron tres goles, el primero, el tercero y el cuarto, y un montón de situaciones de desequilibrio defensivo del Ujpest. Consiste en mover los muñecos del enemigo hasta encontrar el momento del pase largo, el mal llamado cambio de orientación de manera viciada y errónea, pues que se cambie la orientación depende la lateralidad del pase anterior. Pero, todo el mundo se entiende así. No deja de ser un pase largo con cierta horizontalidad y los jugadores del Sevilla parecen haberlo asimilado bien en una semana larga de entrenamiento en Benidorm y otras tantas sesiones en Sevilla.

El recurso (entre otros que también se vieron y que otros días tendrán más protagonismo) ya le dio al Sevilla el primer tanto. Los de Machín movían al rival atrayéndolo con una descarga hacia atrás para el pase telescópico de Roque Mesa bien arriba para que Jesús Navas la pinchara con un control de cine y la metiera para dentro. El tercero fue un calco, como si se tratara de una tarea de entrenamiento que se repite y se repite hasta que los movimientos se mecanizan. El lanzador fue esta vez Pareja y el receptor, de nuevo Jesús Navas, que le puso el gol en bandeja a Sarabia.

En medio, un rosario de golpes de Ben Yedder al saco que sostenía por detrás Pajovic, el portero y el mejor de los húngaros; cinco o seis minutos en el que el sistema defensivo hizo a Machín apuntar unos cuantos defectos que corregir y la jugada que puso en bandeja el partido al Sevilla: el penalti y la expulsión de Pavljevic. Ben Yedder se sacó la espina en el lanzamiento y el partido se acabó en ese mismo momento.

Aún quedan cosas por ver. Queda todo lo interesante que ha apuntado Amadou en los amistosos, queda ver el pundonor defensivo de un defensa muy rápido como Gnagnon, queda Sergi Gómez, quedan N’Zonzi y Banega y quedan el delantero referencia que traiga Caparrós y el sustituto que venga por Correa si es que finalmente sale.

Las imágenes del Sevilla-Újpest Las imágenes del Sevilla-Újpest

Las imágenes del Sevilla-Újpest / Antonio Pizarro

No es una vara de medir que se ajuste a lo que le espera al Sevilla, desde luego que no, pero al menos dejó al personal algo más tranquilo, lo que repercutirá positivamente en el trabajo de los gestores ante tantos miedos absurdos acumulados.

Para apuntar, la exhibición de Jesús Navas demostrando una vez más que su liviano cuerpo acaba con muchos clichés del fútbol, pues no necesita de pretemporadas para ponerse a punto. También el descaro de Pejiño en su presentación con el primer equipo o que Sarabia sigue dispuesto a no parar el carro.

Pero lo que interesa es ese nuevo modelo de bailar con los movimientos del rival y de búsqueda de profundidades que, por tercera vez, también le dio al Sevilla de Machín el 4-0 al cierre del acto. La escena está abierta y el programa, expuesto.

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