Del deseo de Diego Carlos a la realidad del Sevilla actual
Sevilla FC
El brasileño ha dejado algunas indirectas sobre su sueño de regresar a Nervión
La situación actual invita a ser pesimistas, en el club hispalense no tienen ninguna esperanza en ello
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Sevilla/Víctor Orta está cumpliendo lo que prometió. El director deportivo sevillista está siendo uno de los grandes agitadores del mercado, sobre todo con un fichaje que no encajaba en la regeneración de la plantilla en un principio: Saúl Ñíguez. El ilicitano es un jugador que viene de un nivel muy distinto al actual que existe en Nervión... aunque no es el único que quería llegar a la entidad en un momento así.
Diego Carlos, exjugador del Sevilla, lo ha mostrado directamente a través de sus redes sociales. Con distintos comentarios en Instagram, el brasileño ha dejado caer que su vuelta "no es imposible". De hecho, fuentes consultadas por Diario de Sevilla así lo confirman, aunque esta es totalmente irreal en este verano.
El contrato de Diego Carlos
El brasileño ha sido uno de los mejores centrales que han pasado por el Ramón Sánchez-Pizjuán. Fuerte, sólido, con carácter y salida de balón. Un defensa muy completo que marcó una época dorada en Nervión. En el verano de 2022, el Aston Villa pagó 30 millones de euros por él, el doble de lo que se gastó el Sevilla en su fichaje.
Un jugador de esos que aún se recuerdan por Nervión... y que tiene el derecho a soñar con un regreso. Sin embargo, en el Sevilla ni se lo plantean por la imposibilidad económica. Diego Carlos tiene contrato hasta 2026, por lo que hasta ese verano -y asumiendo que el futbolista estaría dispuesto a rebajarse en gran parte su sueldo-, la llegada del brasileño se antoja casi imposible.
Cosas más extrañas se han visto en el fútbol, pero en este caso todo parece bastante claro: al jugador le gustaría... pero las condiciones de todas las partes invitan a ser muy pesimistas.
Mientras, el sevillismo 'enloquece' a través de las redes. La nostalgia se ha apoderado, normal, de una afición que necesita 'palos' donde agarrarse y motivos para ilusionarse, aunque todo hace indicar que este verano no será.
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