Borussia Dortmund - Sevilla | La crónica

Seis días después, un Sevilla mejor (1-1)

  • El conjunto sevillista eleva el nivel en apenas seis días para pasar de caer por 1-4 en el Ramón Sánchez-Pizjuán a empatar 1-1 en Alemania

  • Así hemos contado el partido

Los jugadores del Sevilla celebran en el gol de Nianzou.

Los jugadores del Sevilla celebran en el gol de Nianzou. / Sascha Steinbach | Efe

Sólo han pasado seis días, ni siquiera una semana entera, desde la despedida de Julen Lopetegui en el Ramón Sánchez-Pizjuán, se enfrentaban los mismos rivales en Alemania y el Sevilla fue capaz de pasar de un 1-4 ante los suyos a un 1-1 en el imponente Signal Iduna Park. Numéricamente, la mejoría de una cita a otra no admite la más mínima duda; en lo referente al fútbol, con una propuesta diferente, los seguidores de la fe balompédica radicada en Nervión, al menos la mayoría, también se sienten más orgulloso de ver a su equipo ahora, con ganas de avanzar que racaneando con el balón para protegerse de los ataques sin él.

No existía mucho optimismo en el entorno sevillista con esta visita a Dortmund. La debilidad física de sus futbolistas, unida al paseo de Bellingham y compañía algunos días antes, no apuntaban a nada bueno, pero el Sevilla que se presentó en Alemania fue uno de los más dignos del presente curso. Tampoco fue para acumular muchos piropos, cierto, pero sí tuvo ocasiones más claras para haber ganado que el rival, particularmente una de Rakitic (12’) y otra de Lamela (67’), además de una que no aprovechó Januzaj de una manera lastimosa (65’), aunque después fue sancionada con fuera de juego previo que era digno de ser revisado con el VAR.

Bono, en cambio, más allá de jugadas rebotadas, incluso en el gol del empate de Bellingham, jamás llegó a sufrir por los empellones del equipo anfitrión. El Sevilla, protegido por tres centrales y dos laterales largos, fue mucho más sólido y fue capaz de no recibir la enésima goleada contra rivales de fuste en la presente campaña.

La segunda apuesta de Sampaoli como nuevo entrenador del Sevilla no iba a tener apenas que ver con la primera. Sólo el triángulo formado por Nianzou, Marcao y Gudelj, los dos centrales y el medio defensivo, se mantenía entre los once elegidos por el argentino y el rendimiento, sin ser brillante, sí iba a ser convincente en el ambiente del Signal Iduna Park.

Los sevillistas se iban a disponer con tres zagueros más centrados, en los que la barra de fútbol hacia delante y hacia atrás correspondía a Nianzou por el medio. Lo flanqueaban más abiertos José Ángel y particularmente Marcao para que los dos hombres de las bandas, Jesús Navas y Acuña fueran quienes tenían muchos más metros para recorrer. La ayuda para la salida del balón desde atrás la proporcionaban Rakitic por medio y Suso y Lamela como interiores. Arriba, se peleaba con el mundo En-Nesyri, aunque rara vez iba a tener una opción clara para rematar.

Lamela no aprovecha la mejor ocasión del segundo periodo. Lamela no aprovecha la mejor ocasión del segundo periodo.

Lamela no aprovecha la mejor ocasión del segundo periodo. / Sascha Steinbach | Efe

Pero con semejante disposición el Sevilla sí iba a ser mucho más dinámico que en la anterior etapa. La pelota no era tan asegurada en los tradicionales sobeteos horizontales de la misma y sí iba a salir en muchas ocasiones ganando metros para sobrepasar las líneas del Borussia Dortmund. Por supuesto que esos riesgos también podían conducir a pérdidas inesperadas y salidas del cuadro alemán a la contra, pero ése es el camino que elige Sampaoli y que trata de inculcárselo a los suyos.

La presión, mientras, sólo era intensa justo después de una pérdida, porque cuando el balón pasaba a posesión con claridad del Borussia Dortmund todos debían retrasar sus posicionamientos un par de decenas de metros para que el Sevilla se juntara en su propio campo, donde ahí sí se ponía con cinco defensas, tres centrocampistas por delante y En-Nesyri y Lamela algo más arriba.

No funcionó mal ese Sevilla ideado por Sampaoli, incluso tuvo una ocasión clarísima a través de Rakitic, que no aprovechó un excelente pase atrás de Jesús Navas para haber puesto el primer gol favorable a los visitantes. Corría entonces el minuto 12 de juego, pero no tardaría mucho en llegar el 0-1. Minuto 18, falta a Marcao en el campo alemán, Rakitic pone un centro muy tenso y el cabezazo de Nianzou es espectacular para que el cuadro sevillista vuelva a celebrar un gol lejos de España en Europa muchos meses después, concretamente desde que en otra visita a Alemania Rakitic materializara un postrero penalti del Wolfsburgo para conseguir el empate a uno.

No estaba mal, por tanto, que esa ineficacia concluyera por fin. El tramo final del primer periodo, sin embargo, iba a servir para que el Dortmund lograra la igualada en el primer disparo a puerta de verdad. En realidad, fue un rebote, porque el centro de Meunier, en un desajuste defensivo por la banda izquierda, lo tocó Bellingham y el balón parecía que se iba para el otro palo, a donde se dirigió Bono, pero tocó ligeramente en Nianzou para convertirse en las tablas. El Sevilla había merecido algo más, pero al intermedio se llegaba con las cosas equilibradas.

Más o menos la línea siguió siendo la misma tras ese periodo de asueto. El Dortmund trató de equilibrar su banda izquierda con Guerreiro, pero Jesús Navas siguió mandando por ese costado a pesar de no llegar a concretar sus acciones con ningún centro de peligro real. Y el Sevilla supo manejarse en las tareas defensivas para sentirse sólido en ese sentido y sí salir con cierto peligro en más de una acción en el ataque. Sampaoli había dejado la delantera sin referencia al quitar a En-Nesyri y Suso y meter a Isco y Januzaj y fue el belga el que pudo marcar el primero. La jugada pudo ser fuera de juego, pero su resolución fue casi ridícula en el golpeo final.

Y la más clara llegaría poco después con un córner tocado en el primer palo por Nianzou de nuevo y que no fue capaz de aprovechar Lamela con todo a su favor para haber remachado a la red desde el área pequeña. El Sevilla se tenía que conformar con el empate al final, casi se despide de los octavos, pero sí mejora considerablemente su imagen en apenas seis días. Es cierto que Sampaoli ha regado en el trabajo para que surjan algunos brotes verdes.

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