Hubo un tiempo en que la visita del Real Madrid al Ramón Sánchez-Pizjuán era de las más temidas para el equipo merengue. La prensa capitalina sacaba grandes portadas en las previas hablando de visita a la cueva del ogro, de bestia negra, de fortín inexpugnable... usando esas alegorías tan características de cierta prensa deportiva. Sin embargo, el Sevilla de las cuatro clasificaciones consecutivas par a la Champions no logró ganar al gigante del Santiago Bernabéu en sus cuatro últimas visitas, es más, las cuenta por derrotas. Hace más de un lustro ya del último gran triunfo del Sevilla en Nervión en estos partidos siempre esperados de forma especial por el sevillismo.

No tendrá un debut sencillo en el banquillo del Ramón Sánchez-Pizjuán Diego Alonso. El preparador uruguayo, con varios internacionales aún fuera, empezó ayer la segunda semana de preparación desde que está en el banquillo nervionense, ya con sus ayudantes Gabriel Raimondi como segundo entrenador y Guilherme Rodrigues como director de rendimiento, algo más que un preparador físico. Y el objetivo es prepara al equipo para recibir el sábado al Real Madrid en el Sánchez-Pizjuán, a las 18:30. Para empezar, un plato fortísimo ante el líder de la Liga, una cita de sabor propio.

El último triunfo, hace ya más de un lustro y sonado

Se trata también de un partido al que acude el sevillista ya algo resignado de antemano viendo que el otrora fortín se fue desmoronando en los últimos años. El último triunfo, empero, fue sonadísimo y con goleada. Muy temprano, el 29 de septiembre de 2018, el prometedor Sevilla de Pablo Machín se impuso al Real Madrid de Julen Lopetegui por 3-0, con doblete de André Silva y otro tanto de Ben Yedder, todos en la primera parte. Y con un centro del campo de circunstancias, aquel que se sacó de la manga el técnico soriano con Sarabia y Franco Vázquez escoltando a Banega, sobre un agresivo esquema de 3-5-2.

El último Sevilla-Real Madrid fue justo antes de que el equipo de José Luis Mendilibar jugase la final de la UEFA Europa League en Budapest. El partido llegó con sordina para los sevillistas, mucho más pendientes del encuentro decisivo con la Roma. Y aun así empezaron ganando gracias a un gol de Rafa Mir para terminar cediendo ante los goles de Rodrygo, uno de falta y otro de regate y velocidad (1-2).

La dura remontada que señaló a Lopetegui

Más dura aún fue la anterior derrota sevillista, cuando el equipo de Lopetegui estaba en pleno receso de la temporada 21-22, en la que llegó a luchar con el Madrid por la Liga antes de enero y por eso ficharon los dirigentes a Martial y Tecatito. En la jornada 32, se puso con una clara ventaja en la primera parte el Sevilla, con goles de Rakitic y Lamela. Cuadra Fernández perdonó con 2-0 la expulsión de Camavinga, aunque también anuló un gol de Vinicius completamente legal, al interpretar que controló con la mano. Dio igual, valieron los tantos de Rodrygo, Nacho y Benzema, éste ya en el 92 (2-3). Fue un jarro de agua fría que terminó de enfriar la relación entre Lopetegui y gran parte de la afición. En las dos temporadas anteriores, el Madrid se impuso por 0-1 con sendos goles de Benzema.

En el siglo XXI, el Sevilla mantenía una buena racha de partidos ante los madridistas. Aun con esas cuatro derrotas consecutivas, el Sevilla lleva en este siglo 11 triunfos frente a 10 derrotas por un solo empate. Éste se produjo el 15 de mayo de 2005 (J. 36), en el segundo partido que Sergio Ramos jugó, y ganó, contra el Madrid antes de que fuera madridista. Quedó 2-2 y el defensa marcó el 1-0 de falta. Será un partido muy especial para el camero, al que Diego Alonso le podría devolver la titularidad. Llega un Sevilla-Real Madrid...