Sevilla FC

El golazo de la afición

  • El sevillista que prendió la llama de 'Nervión hasta la bandera' no es andaluz y sigue al equipo en la distancia

"He tenido la suerte de ver un Boca-River en Buenos Aires y esta atmósfera es lo más parecido que me he encontrado". Este tuit, acompañado por una foto panorámica del Sánchez-Pizjuán teñido de rojo y escrito en inglés por Tom Kell, periodista de la UEFA que estuvo en el estadio, ilustra lo que se vivió en Nervión. El ambiente vivido y protagonizado por el sevillismo ante la Fiorentina fue realmente espectacular, estremecedor por momentos. Con el graderío cubierto por el rojo de camisas, polos, camisetas, bufandas y banderas del centenario, en un abanico cromático con todos los matices del colorado, el burdeos, el carmesí..., la afición vibró con la puesta en escena y el desarrollo del partido. Fue el golazo de la hinchada, motivada por una iniciativa popular.

Niños y mayores, padres y abuelos, muchachas y no tan muchachas, acudieron al estadio al conjuro del rojo del Sevilla. El blanco quedó para la camiseta del equipo. La idea salió del ingenio de un anónimo seguidor sevillista cuyo apodo en Twitter es @DatosSFC. El domingo, después de comer, se le ocurrió la iniciativa. "Si el Sevilla no anima esto, lo hacemos nosotros. ¡Propongo desde ya #NervionHastalaBandera! ¡Lleva tu bandera del Centenario!". En poco rato tuvo 96 retuits. Por la noche, con la colaboración de @Panuchero y @Kocholatete, creó un nuevo eslogan, ya con un fotomontaje, en forma de cartel, para reclamar la colaboración de los aficionados. La mecha roja prendió y corrió como un reguero de pólvora por las redes sociales. En pocas horas, 900 retuits. El lunes, José Castro se apuntó a la idea del lema Nervión hasta la bandera. El martes lo hizo Unai Emery... Los futbolistas también fueron portavoces de la idea, que trascendió a las masas a través de los medios de comunicación y de la web oficial del Sevilla. El resultado impresionó a propios y extraños, como demuestra la sensación que se llevó el periodista de la UEFA de su puesta en escena.

Lo más curioso es que la idea partió de un sevillista que vive a centenares de kilómetros de Nervión y que ni siquiera es andaluz. José prefiere guardar su anonimato y su lugar de procedencia. Pero cuenta su historia emocionado. "Yo empecé a ser sevillista a los diez años. En mi tierra hay muchos madridistas y culés y me picaron a meterme en el mundo del fútbol y, aunque me tiraba el Madrid, me hice sevillista por su afición, por las masas que movió en las calles para evitar el descenso, por lo que pasó cuando bajó en Oviedo con tres mil sevillistas allí... Poco a poco me fui enganchando al equipo y a su afición".

El jueves no pudo venir a Sevilla. El trabajo en el campo se lo impidió. "Lo viví a través de Cuatro, en la tele. Fue espectacular, tenía los vellos de punta y estaba emocionado al sentir que no podía estar con los míos y con mi propuesta. Y un poco dolido por no poder ver la puesta en escena en vivo, pero emocionado al ver el colorido de las gradas y la tremenda ilusión del sevillismo".

En pocos días su perfil de Twitter ha subido como la espuma y ha ganado 300 seguidores. Es un hincha anónimo que palió la frialdad que atisbaba desde la lejanía. "Se me ocurrió al ver la tranquilidad del sevillismo en unas semifinales y la pasividad del Sevilla a la hora de motivar a la afición. Me acordé de la noche de octubre de 2005 frente al Alavés y lancé la idea en Twitter y gustó muchísimo". Gracias a su idea, el sevillismo no olvidará otra noche mágica en Nervión, rojo como un clavel reventón, de pasión y de color.

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