La incógnita sigue abierta (1-0)
Sevilla FC
El Sevilla despide suelo inglés con otra derrota, sin las malas sensaciones del sábado ante el Arsenal pero también sin ofrecer signos patentes para el optimismo
El Sevilla no le dio una alegría a su afición que paliara el tremendo disgusto que se tragó el sábado con la media docena de goles que encajó Bono en la visita al Arsenal, pero al menos no ofreció tan malas sensaciones. No es que hiciera un partido brillante. De hecho, no estuvo brillante nunca, pero, aun con un once con menos titulares, no fue avasallado como en el Emirates Stadium.
Ante el Leicester, un equipo con menos potencial que el Arsenal pero con el sello de la Premier y todo lo que ello significa a nivel físico, por ejemplo, los de Lopetegui dieron varias de arena y alguna de cal, si bien el objetivo era seguir sumando minutos de entrenamiento competitivo a falta de menos de dos semanas para la Liga.
El vasco, con los que no jugaron en Londres, dispuso un once con una defensa de tres y Montiel como uno de los centrales, una situación que pronto detectó el Leicester que no estaba bien estructurada. Las zonas intermedias entre éste y Ocampos le dieron algún quebradero de cabeza a un sistema defensivo que está por construirse y que en el centro del campo parece que juegue quien juegue acaban faltando piernas. Las pérdidas fueron otro gran lastre. De Joan Jordán, muchas y la fatídica, de Ocampos en una conducción en paralelo que acabó en el gol del Leicester, ya avanzada la segunda mitad, obra de Dewsbury Hall con la colaboración de Kike Salas al intentar despejar.
El chaval hizo lo que pudo tanto en zaga de tres como de cuatro tras el descanso, cuando Lopetegui detectó que esos balones entre central y carrilero, si ya son difíciles de cerrar para posiciones específicas, mucho más para un lateral jugando de central (Montiel) y un extremo de carrilero (Ocampos). La verdad es que el sustituto de Jesús Navas estuvo muy desafortunado, incluso en su posición natural. Un balón en el que encaró al autor del gol pudo ser el segundo, con un remate de Daka al palo cuando Dewsbury Hall aprovechó que su perfilamiento defensivo no era el correcto para encontrar el hueco para el centro.
En ataque no hubo mucho que contar. No hubo lugar para que la presión adelantada que siempre busca este Sevilla atosigara al rival. Iván Romero se movió mucho y buscó y buscó, pero encontró pocos huecos y casi ningún balón potable. El equipo de Lopetegui, además, notó la salida del campo de Suso, que percibió malas sensaciones en el tobillo y se fue a los 18 minutos. Era el llamado, junto al Papu, de buscar por dentro y mantener la posesión de la pelota, pero el argentino se sintió muy solo y no tuvo la alegría del día del Angers.
A falta de un solo amistoso por jugarse ante el Cádiz, que puede dar una medida quizá más fiel de lo que puede empezar a construir el técnico vasco, la sensación general tras los dos test de Inglaterra es que no se sabe muy bien qué Sevilla se va a ver.
Eso sí, se confirma que uno de los cambios ha llegado en la manera de defender la estrategia. Si hacerlo en zona casi pura costó muchos goles en contra, ahora predominan las parejas en el marcaje mixto, con sus dos zonales.
Ficha Técnica
Leicester: Iversen (Schmeichel, 46’); Pereira (Tielemans, 37’), Fofana (Amartey, 46’), Evans, Justin; Dewsbury Hall (Mendy, 84’), Maddisson (Albrigthon, 84’), Ndidi (Soumara, 68’), Gastagne; Barnes (Praet, 68’) y Vardy (Daka, 68’).
Sevilla: Dmitrovic; Montiel, Gudelj, Kike Salas; Ocampos, Delaney (Delaney, 72’), Joan Jordán, Pablo Pérez (Zarzana, 79’); Suso (Munir, 18’), Papu Gómez (Nacho Quintana, 79’) e Iván Romero (Luismi Cruz, 79’).
Gol. 1-0 (68’) Dewsbury Hall.
Árbitro: Stuart Attwel (inglés) Mostró tarjeta amarilla a Montiel, Munir, Joan Jordán y Kike Salas.Incidencias: King Power Stadium ante unos 25.000 personas
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