La madurez del siguiente salto
Sevilla-Athletic | El otro partido
El Sevilla, como En-Nesyri en sus remates centrados, demostró que le falta años y poso para ser un grande de los grandes
Aún es pronto para rendirse
Nadie dijo que estaba hecho. Ni siquiera que era un candidato. Lo metieron los medios capitalinos cuando interesó, cuando había que meter presión al Atlético y el Sevilla aún no era nada en esta pelea. Después, cuando tropezaron todos y los de Lopetegui no y el vasco ya dijo “ahora sí vamos” al aparato mediático, pese a estar a un punto de Real Madrid y Barcelona, le tocó ponerle a los nervionenses la capa de la invisibilidad.
Pero ahí está el Sevilla. Y quién sabe si aún lo va a estar. Nada ha acabado, aunque el rizo habría que rizarlo ya demasiado.
Sólo por pura estadística, el Sevilla podía tropezar ante el Athletic. Ganar las cinco jornadas restantes se hacía mucho más cuesta arriba, sobre todo después de sumar 22 puntos de los últimos 24 posibles. Y el Sevilla lo intentó. No podrá decir la afición que Lopetegui echó al equipo atrás. Dejó de sumar un punto que quién sabe si lo echará de menos por volcarse en busca del triunfo, como si se tratara de una final.
Unai Simón demostró el porterazo que es, por qué es internacional pese alguna que otra cantada y se cenó con papas los progresos de En-Nesyri en la definición. A más de uno en el cuerpo técnico se le debió de venir a la mente la imagen de las porterías pequeñas junto a los postes para impedir remates centrados en las tareas de entrenamiento, como los dos que tuvo claros el de Fez y que mandó a la zona de influencia de uno de los mejores porteros de la Liga.
En otra ni atinó a rematar el todavía joven goleador, poco afortunado en noches señaladas por la gloria. Y es que en el fútbol la presión, competir con ella, no se entrena, sino que se gana a base de experiencias aprendidas.
Como al Sevilla, para En-Nesyri debió ser una lección de madurez lo de anoche. Todo aprendizaje requiere un proceso y el Sevilla está en ello. La grandeza a estos niveles no se adquiere de la noche a la mañaña. Es cierto que le ha costado años, títulos y finales a los nervionenses llegar hasta donde están, pero el siguiente salto requiere más y puede que aún no estén preparados en el Sánchez-Pizjuán. Algunos futbolistas, pese a estar cuajando una excepcional temporada, lo demostraron.
Nada es imposible y todavía va a haber sustos en las cuatro jornadas que quedan, pero el sueño se le escapa a este grupo que pase lo que pase puede pasear con la cabeza bien alta por la Liga. Si ya antes dependía de los errores ajenos, ahora mucho más, aunque hay que insistir en que aún pueden pasar cosas y, de hecho, van a pasar.
Es más difícil que cualquier otra empresa porque a estos niveles es más complicado que los de arriba fallen, pero mejorar la cuarta posición debe ser el objetivo y después que pase lo que Dios quiera. Ganar en el Alfredo di Stéfano sería casi poner de nuevo las cosas como estaban, o parecidas, y volver a ilusionarse con ser segundo, tercero, o lo que sea, estará otra vez al alcance de la mano.
Lo que sí es cierto es que faltó madurez, algo que no se compra ni se entrena, sino que que se amasa con los años. Los que le faltan a En-Nesyri y también aún a este Sevilla para ser grande, grande...
"A seguir molestando", avisa Monchi
Aficionado a los mensajes encriptados, el director general deportivo, Monchi, volvió a vivir el partido con pasión y usó la red social Twitter para mostrar su estado de ánimo. “Orgulloso de mi gente, de los de dentro del campo y de los de fuera. Seguiremos soñando, seguro, porque hemos venido para quedarnos. A seguir molestando. Y parafraseando a J.C. Aragon: Los mediocres sólo pueden conseguir algo de gloria viendo hundido a los demás”, expresó el gestor gaditano nada más acabar el pleito.
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