El Sevilla se topó en el Camp Nou con varios muros infraqueables, desde el propio Leo Messi, al que sólo le hicieron falta 15 minutos para desequilibrar claramente la balanza (aunque cayó lesionado) o Ter Stegen, que se erigió en el líder del Barcelona cuando Messi tuvo que abandonar el campo.

Los rojiblancos empezaron dormidos y fue algo que acabaron pagando. "No empezamos el partido como queríamos; el Barça nos hizo un gol nada más empezar y después siempre hay que ir detrás de ello", argumentaba un enfadado Carriço con la actitud de su equipo en el inicio.

En la misma línea que el portugués estaban sus compañeros Muriel y Franco Vázquez, que maldecían los primeros quince minutos de un partido que se les complicó por no salir con la intensidad necesaria. "Las sensaciones tienen que ser buenas más allá de los primeros minutos, que nos mataron de cara al resto del partido", explicaba el delantero colombiano, que volvió a verse las caras con el gol. "Nos vamos con una sensación amarga, entramos dormidos y eso se notó", expresó Franco Vázquez.

Las ocasiones desaprovechadas por el Sevilla fue otro de los puntos destacados por los futbolistas en zona mixta ya que pensaban que los acontecimientos podrían haberse desarrollado de otra manera. "Nos han metido los goles en momentos clave", apuntaba Carriço.

Muriel también quiso destacar la importancia de Ter Stegen en el partid: "Si hubiéramos tenido más fortuna en las ocasiones y su portero no hubiese estado tan inspirado, la cosa cambiaría", aseguró Muriel. El Mudo también ratificó a su compañero. "Su portero estuvo muy inspirado y salvó varias ocasiones de gol, pero nos servirá para aprender", concluyó Franco Vázquez, que ya mira al Akhisarspor.