Una rara mezcla en el ambiente
La afición sabe separar y el escudo de Caparrós, que será recibido con honores, no tapará las críticas al club
...Y para rematar, Joan Jordán en Nervión

Se acerca el día en el que comienza una nueva era en el Sevilla, aunque se trate sólo –en teoría– de un paréntesis. El cuarto debut de Joaquín Caparrós como entrenador en el Ramón Sánchez-Pizjuán una vez acabada la aventura de Xavier García Pimienta añade un morbo especial a un domingo con muchas cosas en el ambiente.
La visita del Deportivo Alavés va a hacer coincidir sensaciones encontradas en una afición que no olvida y lo que va es acumulando sentimientos, mezclando a la vez situaciones tanto deportivas como extradeportivas.
Las protestas contra los que mandan no van a cesar. Antes más bien pueden incluso acrecentarse. La afición es sabia, y una parte importante de ella ha detectado que uno de los efectos –puede que el primordial– que el consejo de administación ha buscado con la destitución de García Pimienta y la elección de la figura de Caparrós como su sustituto es un escudo con el que amortiguar la presión que empieza a ser insoportable fundamentalmente sobre los consejeros delegados (José María del Nido Carrasco y José Castro) y el director deportivo, pero también sobre el resto de familias que le prestan apoyo en la cúpula directiva.
Y las peticiones de dimisión no van a cesar por que esté Caparrós sobre el césped. Es verdad que la presencia del utrerano va a producir otro sentimiento en el espectador. Sin duda se espera un recibimiento cariñoso para quien el sevillismo considera una leyenda del club, un Banquillo de Oro y un profesional que presta sus servicios incondicionalmente a la entidad que ama cuando ésta se lo requiere. Tendrá su cuota –importante– de cariño, pero la afición del Sevilla sabe distinguir una cosa de otra.
Y se espera tensión. Igual o superior a la que ya se vivió en la derrota ante el Atlético de Madrid. Ese día se produjeron incluso incidentes desagradables que rayaron la violencia, con agresiones verbales hacia algunos altos ejecutivos del Sevilla, como el secretario del consejo y jefe de los servicios jurídicos Alberto Pérez Solano y el director de estrategia y desarrollo, José Ignacio Navarro. Ambos fueron increpados por un grupo de exaltados y tuvieron que refugiarse en el estadio tras salir del mismo ayudados por agentes de seguridad y de la Policía Nacional. En el caso del psicólogo incluo fue objeto de alguna agresión física leve.
Todo esa tensión se espera que, al menos algo, se rebaje con la presencia de Caparrós, que interpretará su particular función desde la banda para tratar de “unir a todo el sevillismo”, como ya ha avanzado en varios mensajes desde que fue nombrado entrenador del primer equipo.
Pero no será fácil que el sevillismo olvide lo que lleva tiempo pidiendo. Antes bien, las medidas de protestas organizadas por varios colectivos, como los biris o algunas peñas, siguen su curso. Entre otras, hay preparados 10.000 billetes con los rostros de Del Nido Carrasco y Castro para ser repartidos y lanzados durante el partido, amén de que desde varios frentes se ha denunciado la instalación de una red tras la portería de Gol Norte para evitar que se repita el episodio vivido ante el Atlético, cuando el árbitro tuvo que parar 5 minutos el juego por este incidente.
La vuelta de Del Nido Benavente
Para rizar más el rizo, el choque ante el Alavés tendrá otro aderezo añadido con el regreso de José María del Nido Benavente a su localidad en Preferencia una vez que el jugzado de instrucción número 8 de Sevilla decretó medidas cautelares a favor del ex presidente contra la sanción de 20 partidos que el consejo de administración le impuso por supuestas amenazas y comportamiento violento contra uno de los abogados del club, Lucas Fernández de Bobadilla, en los instantes previos del derbi de la primera vuelta en octubre.
El máximo accionista, que ya denunció en redes sociales la “desacreditación” por parte del consejo de las figuras de Del Nido Carrasco y Castro al destituir al entrenador que habían renovado hasta 2027, podrá volver a pisar el Sánchez-Pizjuán tras cumplir 6 partidos de esos 20 impuestos como sanción. El último partido del Sevilla que presenció Del Nido padre en Nervión fue el 14 de diciembre ante el Celta en la despedida de Jesús Navas, curiosamente la última victoria en casa. En cambio, la sanción se empezó a hacer efectiva en el duelo ante Valencia y tampoco asistió a los partidos frente a Espanyol, Barcelona, Mallorca, Athletic y Atlético de Madrid.
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