De la reincidencia de Koundé al vicio que ya adquiere Tecatito

Espanyol-Sevilla | Nombres propios

El defensa francés vio una roja excesiva, pero ya con una amarilla previa, su reacción fue irresponsable

La crónica del Espanyol-Sevilla

Óliver Torres, entre Pedrosa y Puado.
Óliver Torres, entre Pedrosa y Puado. / Enric Fontcuberta (Efe)

Había mejorado el Sevilla con la entrada de Óliver Torres y sus maniobras por la derecha junto a Ocampos, pero Jules Koundé volvió a picar el anzuelo y el impulsivo e incompetente árbitro que es González Fuertes lo envió a la ducha antes de tiempo. Ahí se le alejó al Sevilla una victoria que estaba madurando al estilo de Julen Lopetegui, poco a poco. Augustinsson sigue siendo un lateral insustancial en ataque y que concede demasiados espacios al que centra desde su esquina defensiva. Tecatito, por su parte, se dejó arrastrar por la seguridad del pase atrás y le faltó su habitual atrevimiento.

Augustinsson | Su nivel por ahora no justifica la apuesta

Actuaciones como la que ayer volvió a realizar el internacional sueco justifican que Julen Lopetegui prefiera abrir a la banda a Rekik cuando Acuña no está, como fue el caso ante el Espanyol. En defensa poco hizo por evitar los centros de Óscar Gil y en ataque su fútbol es de lo más insustancial. El chaval juega encogido, no termina de soltarse.

Koundé | No era de roja, pero de la segunda amarilla no se libraba

El francés no aprende ni corrige su propensión a que se le salten los cables a poco que el rival lo provoque. Y Puado debió acordarse de la trampa de Jordi Alba a Koundé cuando no dejó de agarrarlo hasta desatar la reacción del sevillista. No fue para roja directa, pero aunque González Fuertes sea de gatillo fácil, de la segunda amarilla no se libra con cualquier otro árbitro.

Óliver Torres | Activó el ataque volcado a la derecha

Al Sevilla le hacía falta dar un paso adelante tras el empate del Espanyol y Lopetegui introdujo dos medios, Rakitic y Óliver Torres. Pero el segundo se volcó a la derecha y con Ocampos trianguló, profundizó y cogó algún centro con mucho peligro. Incluso con la roja a Koundé persistió con mucha intención, pero el decorado ya no era el mismo.

Tecatito | Ya contrajo el vicio de no encarar y no arriesgar

El mexicano ofreció su partido más flojo como sevillista. Empezó como lateral derecho y en la primera parte, en varias ocasiones tuvo la posibilidad de encarar y probar su habilidad pero optó por girarse y asegurar la pelota atrás. En la segunda parte, cuando el Sevilla cambió a zaga de tres, ocupó el carril izquierdo y tampoco ahí irrumpió en ataque.

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