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Una rémora en el 'trescuartismo'

  • El equipo de Montella, quizá por cambiar a 6 de 10 futbolistas de campo, no tuvo intensidad ni para recuperar ni para tener el balón

  • Defendió muy atrás el fútbol directo y de segunda jugada

Una rémora en el 'trescuartismo'

Una rémora en el 'trescuartismo'

Seguramente que influenciado por los seis cambios (demasiados entre diez jugadores de campo) que Montella hizo en su alineación inicial, el Sevilla no dominó nunca el juego ante un equipo a todas luces inferior en muchos aspectos por culpa de no saber tener el control en los terrenos de tres cuartos. Ni siquiera con la ventaja de ir por delante en el marcador casi todo el tiempo. Ni la administración del balón fue la correcta en esa franja de terreno en la que suelen conectar Banega y Franco Vázquez cuando están todos los primeros espadas elegidos por el napolitano, ni la recuperación fue la contraprestación a esa debilidad.

Ello, particularmente mientras fue avanzando el choque, permitió al Málaga interpretar ese fútbol directo y de segunda jugada con el que incomodó al sistema defensivo nervionense, que coqueteó con un empate que hubiese sido infame por no tener la capacidad ni la decisión de dar el necesario paso adelante.

Un paso adelante que jamás se atrevió a dar, pues no tuvo ni la intensidad necesaria en los duelos individuales ni defendió arriba como en otras ocasiones. La primera línea de presión la situó Montella por detrás incluso de la línea de centro del campo, Pizarro se acostumbró a barrer cerca de su área y ello fue terreno abonado para el paso atrás de la defensa bajo un esquema con una sutil y casi inapreciable variación por el cambio de Nolito por Franco Vázquez, pues el 4-2-3-1 en lugar del 4-4-2 apareció no pocas veces, en fase ofensiva más que en situación de defensa.

Defensa

Tres de los cuatro componentes eran nuevos con respecto al bloque titular, el que se situaba por delante de ellos también... así que no era nada extraño que los problemas aparacieran por simple falta de sincronización. En este sentido, Layún fue el que más sufrió, sobre todo tras el descanso, cuando José González mandó a Rolan a esa banda provocando situaciones de uno contra uno que el mexicano no sabía resolver.

Pero el problema vino por la situación de repliegue continuado que el Sevilla interpretó. Con Nolito no se vio capaz de presionar arriba, la primera línea de presión se retrasó mucho y al equipo le costó un mundo la labor de recuperación. La zona de tres cuartos quedó enterita para el Málaga, que trató de llevar el partido a su terreno y tuvo en algunas fases del encuentro más posesión que el Sevilla. Y ahí, en los balones de segunda jugada el fútbol se convierte en una lotería aun ante el rival más flojo posible.

Ataque

Banega no tuvo el acompañamiento que le ofrece N'Zonzi y ello lo cohibió para soltarse. Tampoco Nolito la pide, la aguanta y la administra como Franco Vázquez y el Sevilla tuvo problemas en esa zona que es la que mejor maneja cuando está bien. Atacó en oleadas por el costado de Layún y no encontró tampoco a Ben Yedder, aislado casi todo el tiempo.

Virtudes

No le perdió la cara a la siempre difícil y poco grata tarea de defender el fútbol directo y la traicionera segunda jugada.

Talón de aquiles

Necesitó recursos e intensidad.

Uno por uno

Sergio Rico: Los puños fueron un recurso válido en el plan del Málaga, pero a veces condiciona su toma de decisiones.

Layún: Demasiados problemas para tener enfrente al colista. Rolan se fue a su lado para buscarle las cosquillas y lo logró. En ataque, un tiro y algún buen centro.

Kjaer: Salió casi en frío por un contratiempo de Mercado y tuvo un partido muy nórdico que solventó con corrección.

Lenglet: Pese al ataque directo del Málaga no lo obligaron en el cuerpo a cuerpo. El gol nació en un ataque directo precisamente suyo.

Arana: Un debut tan esperado como insulso. No pasó apuros, pero no intentó nada y perdió dos pases largos. Como los pilotos, vuelta de reconocimiento.

Pizarro: Defendió bien y fue clave, aunque sus robos eran muy atrás y atraía a Banega.

Banega: Sin estar mal en el pase, no tuvo la profundidad de otras veces ni condujo en zona de tres cuartos para dividir.

Sarabia: Pide a gritos un cambio de posición o un simple descanso. Hay veces que la derecha pide un centro a pierna natural y le quita velocidad a los ataques.

Nolito: Una genialidad en el gol, pero no es Franco Vázquez. Ni con balón ni sin él. Acabó cansado.Correa Su calidad la huelen los rivales aunque no esté fino y esa calidad valió tres puntos.

Ben Yedder: Muy aislado e incómodo tan lejos del área.

Franco Vázquez: Tuvo el 0-2.

Sandro: Apenas intervino.

Geis: Sólo unos minutos.

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