Sevilla FC-Dudelange

La ‘Champiñones League’ o algo así (3-0)

  • El Sevilla saca con tranquilidad el tercer partido de esta Liga Europa ante un Dudelange sin el nivel mínimo para inquietarlo

  • Los sevillistas erraron mucho ante el gol y no se adelantaron hasta el segundo periodo

  • Galería: Las imágenes del Sevilla-Dudelange

Los jugadores del Sevilla celebran uno de los goles.

Los jugadores del Sevilla celebran uno de los goles. / Antonio Pizarro

Nuevo paseo del Sevilla en busca de su prematura clasificación para la fase de eliminatorias de esta Liga Europa. El pentacampeón de esta competición vive las citas que le depara el calendario como si se trataran de entrenamientos a puerta abierta, dada la diferencia con sus adversarios, en este caso con un F91 Dudelange sin el nivel necesario para mantener el pulso arriba por mucho que al descanso se arribara con un cero a cero. Era absolutamente circunstancial, nada inquietante, porque los blancos habían fallado una infinidad de goles en el arranque, pero las distancias entre unos y otros eran siderales.

Esta Liga Europa está siendo para el Sevilla algo así como la Champiñones League famosa en los primeros años de Joaquín Caparrós y Monchi al frente de la parcela deportiva de la entidad. Entonces, sin competiciones continentales, el utrerano mantenía activada a toda su plantilla con amistosos por todos los pueblos de la provincia. Era una forma de medir a los futbolistas en unas citas sin más interés que ése. Ahora, instalado en la grandeza del fútbol, los nervionenses tienen la agenda cargada de encuentros oficiales, pero la verdad es que estos compromisos que deparó el sorteo se asemejan muchísimo a aquellos primeros años del siglo XXI que amenazaban ya con una hégira venturosa para todos los que sienten la fe balompédica radicada en Nervión.

La diferencia, lógicamente, está en los focos y no en los correspondientes esta vez al cuadro de luces del estadio. Cualquier torneo europeo tiene a muchísima gente pendiente, a televisiones que pagan un dineral y esto conduce a los futbolistas a emplearse con algo más de ardor en semejante escaparate. El Sevilla no es una excepción en este sentido y valga como prueba el ímpetu con el que saltaron al césped todos los elegidos por Lopetegui ante un adversario tan poco atractivo, también para el profesional del fútbol, como este Dudelange que era sólo voluntad.

Las fotos del Sevilla-Dudelange Las fotos del Sevilla-Dudelange

Las fotos del Sevilla-Dudelange / Antonio Pizarro

El entrenador sevillista también utilizó la cita como una probeta y puso un once con dos delanteros, un 1-4-4-2 que nada tenía que ver con su tradicional 1-4-3-3. Y encima en la punta del ataque coincidían Dabbur y De Jong para otorgar de alicientes a lo que allí se iba a ver. Y, la verdad, no estuvo mal al principio, porque Rony Lopes, hasta que le dura el ímpetu, protagonizó buenas acciones y porque las opciones diáfanas de gol iban a ser casi continuas en esa presentación del juego.

Pero ese Sevilla capaz de presionar al contrincante aunque éste responda por Dudelange iba a demostrar que el problema con el gol persiste. Tampoco con Dabbur entre los once tuvo solución la patología y las llegadas no se contabilizaban en el electrónico por errores propios o por aciertos del guardameta, que todo hay que decirlo. Lo cierto es que Escudero, Dabbur, por dos veces, Franco Vázquez, también en sendas ocasiones, otra Escudero con un disparo al travesaño y un último cabezazo de Franco Vázquez protagonizaron siete oportunidades en las que lo extraño fue que no se contabilizara el primer tanto, sobre todo en los primeros 30 minutos.

Pero la falta de efectividad tuvo un efecto pernicioso en un Sevilla que fue perdiendo intensidad conforme discurrían los minutos y no se ponía por delante. Cabe suponer que en el intermedio Lopetegui tocó teclas para volver a activar a los suyos, incluida pasar a su dibujo de tres delanteros con Rony Lopes y Dabbur escoltando a De Jong. Tampoco es que esto influyera tanto, por falta de tiempo sobre todo, para que el compromiso quedara ya finiquitado con el cabezazo en solitario de Franco Vázquez. El argentino esta vez sí acertó y el Dudelange entendió que aquello se ponía imposible.

Los luxemburgueses quisieron seguir peleando, pero ya no podían físicamente y el Sevilla se sintió aún más seguro, sobre todo cuando Franco Vázquez, de nuevo, y Munir firmaron en apenas tres minutos un tres a cero ya bastante concluyente. Fueron los que acertaron, porque antes de esos dos tantos contabilizados ellos mismos, además de Dabbur, pudieron anotar tres más. Pero el fútbol consiste en meter la pelotita entre los tres palos y el Sevilla sólo lo hizo en tres ocasiones y qué más da, pensará el más furibundo de los suyos, si tiene esos rivales porque es cabeza de serie número uno de esta Liga Europa. Dato objetivo puro y duro. No es lo mismo la Champiñones League que estar en la nobleza europea...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios