Sevilla-Alavés | La resurrección, según Caparrós

Sevilla/Domingo de Resurrección en el calendario, una fecha muy taurina en la mariana ciudad en la que habitamos, y el fútbol depara una cita con mucha miga para todos los sevillistas. El Sevilla FC recibe al Deportivo Alavés a partir de las 18:30 y lo hace con dos circunstancias bastante significativas. Una, lleva cuatro partidos consecutivos perdiendo en plena recta final del torneo liguero, lo que lo conduce a mirar de reojo a los puestos que llevan directamente a los avernos de la clasificación y más con la victoria de Las Palmas ante el Atlético, que deja el descenso a seis puntos sólo, y precisamente lo marca el Alavés con sus 30 puntos; dos, como consecuencia de lo anterior, en su banquillo se sentará, o estará de pie, mejor dicho, Joaquín Caparrós Camino, que llega con el encargo de revertir la situación, es decir, poco menos que con la misión ineludible de resucitar al equipo.

Xavi García Pimienta, entrenador que ya pertenece al pasado de la entidad radicada en el sevillano barrio de Nervión, era despedido en pleno Domingo de Ramos y en sus palabras tras su marcha seguía insistiendo en que este equipo está muy vivo y que va a protagonizar un buen final del curso. Bueno, eso pertenece al futuro, a los vaticinios, y lo que no tiene vuelta atrás es que llega a esta jornada, a falta sólo de siete para la conclusión, tras cuatro derrotas consecutivas y a sólo seis puntos del hoyo. Ésos sí son datos objetivos, sin ninguna objeción posible.

El Sevilla es ya es el decimoquinto tras el triunfo de un Espanyol que lo iguala en el número de partidos disputados al tener otro pendiente por ahí. Teniendo en cuenta que Las Palmas será uno de los visitantes en el Ramón Sánchez-Pizjuán, es decir, que tendrán un duelo directo entre los dos equipos, está claro que existen motivos más que sobrados para la preocupación, para no otear el horizonte con mucho optimismo precisamente.

Todo eso condujo a la decisión, basada en el miedo de quienes dirigen, por llamarlo de alguna manera bastante benevolente, al club, de darle las riendas del equipo a Joaquín Caparrós para que éste tratase de enderezar la situación lo antes posible. Víctor Orta fue uno de los que le bajó el dedo al anterior entrenador, que votó a favor de su destitución, vaya, y ahora se pone en manos del veterano técnico de Utrera para que éste salve el desaguisado en el que ha vuelto a meter a la entidad con sus decisiones erróneas a la hora de confeccionar una plantilla de Primera División más propia de los juegos de ordenador que del césped puro y duro.

Volviendo a los datos objetivos, ahí están para quienes quieran comprobarlo. Cuatro delanteros contratados durante el periodo del actual director deportivo y ni un solo gol conseguido por ninguno de ellos. El póquer lo integran Mariano, Véliz, Iheanacho y el lesionado Akor Adams, ellos fueron los elegidos por Orta en esa especie de PC Fútbol con el que se suele manejar, y los resultados ahí están.

Dos delanteros, Isaac y quién más

Pero en este Domingo de Resurrección le conviene más al Sevilla pensar en los que están que en los que fueron o los que están en la enfermería. Caparrós tendrá a su disposición a quienes ha tenido entrenando en la ciudad deportiva, y el sábado en el estadio, desde que se hiciera cargo del equipo. Y lo primero que llama la atención es que se habla de que el utrerano apuesta por jugar con dos delanteros cuando, paradójicamente, sólo tiene a uno con semejante catalogación en la plantilla del primer equipo. Isaac, está claro, debe tener un sitio en la alineación titular contra el Alavés y la incógnita será resolver quién será el elegido para acompañarlo en esa labor, aunque no sea un punta puro.

Contra el Valencia, con García Pimienta, lo hizo Lokonga y fue una de las pocas cosas positivas de aquella noche en Mestalla. El belga, en la primera mitad, robó balones muy arriba y después estuvo clarividente a la hora de los pases. Además, le anularon un gol en un córner sacado por Lukébakio. Habrá que ver qué piensa Caparrós al respecto, algo que sólo comenzará a aclararse a partir de las 18:30, cuando está fijado el comienzo de todo.

También debe verse a partir de ese momento un Sevilla más aguerrido, que huya del tocar por tocar y que sea más directo a la hora de buscar la portería contraria. En su discurso de presentación a la plantilla, ya se lo decía el propio Caparrós a sus futbolistas. “Tenéis velocidad arriba y eso es lo más importante, saberla explotar”. Tal vez con otras palabras, pero ése fue el concepto que trató de explicarle el utrerano a sus hombres para tratar de conseguir el primer triunfo en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán después de tanto tiempo.

Porque el Sevilla no gana delante de los suyos desde que se retirara Jesús Navas un día de diciembre de 2024. Desde entonces sólo empates y derrotas y ahora es el momento para que la situación cambie de una vez por todas, entre otras cosas porque lo contrario sería ya demasiado peligroso. Enfrente estará el Alavés, el equipo que cayó a zona de descenso el sábado con el triunfo de Las Palmas sobre el Atlético.

Los vascos llegan, pues, con idénticas apreturas, además de tener las bajas de tres de los cuatro defensas titulares contra el Real Madrid. Por sanción no estarán Manu Sánchez, expulsado, y Mouriño, mientras que por lesión muscular no llega Abqar. Sí estará Joan Jordán, un futbolista cedido por el Sevilla, al que principalmente le paga la entidad nervionense su contrato, y que pone morbo en este Domingo de Resurrección con Caparrós al frente de la nave. A él, a su carácter y a su filosofía del fútbol, a su manera de ser, casi como si fuera uno de los cuatro evangelistas, se agarran quienes sienten en sevillista en su cuarta etapa al frente del equipo con la fe que siempre le han tenido al utrerano.