El Sevilla Atlético sigue lanzado y también conquista Murcia (0-2)

El fútbol puede ser increíble y maravilloso como lo está siendo ahora para los jóvenes del Sevilla Atlético, que en un mes han pasado de sufrir en los puestos bajo a meterse de lleno en la pelea por el play off de ascenso al fútbol profesional, que tienen a un solo punto después de sumar cuatro victorias consecutivas. Una posición que marca ahora mismo otro histórico como el Hércules, precisamente el rival que visita el estadio Jesús Navas en la próxima jornada.

La de este domingo en tierras murcianas tiene además el valor añadido de ser en La Condomina ante el Real Murcia, nada menos que el segundo clasificado del grupo que peleaba con el Anteque por el liderato. Los goles de Oso y Mateo Mejía valen para los discípulos de Jesús Galván un sonado doce de doce tras vencer en las jornadas anteriores a Algeciras, Atlético Sanluqueño e Intercity.

Y todo, pese a contar con bajas muy importantes, ya que García Pimienta para el primer equipo se llevó a jugadores clave en el esquema del filial como Ramón Martínez, Manu Bueno o Rivera.

Los nervionenses empezaron desde el primer momento sin complejos y acumulando ocasiones en la portería de los locales. La primera estuvo en las botas de Mateo Mejía, que disparana desviado tras una acción de Alexandro. Oso también rozaba el gol olímpico en un saque de esquina poco después, despertando los locales con un disparo de Pedro León, aunque otra vez el maño y García Pascual estuvieron cerca de adelantar a los de Jesús Galván.

Sin embargo, fue antes del descanso cuando el Sevilla Atlético lograba perforar la portería de uno de los gallitos de la categoría en un pase de Darío al corazón del área, donde irrumpía Oso para batir a Gazzaniga.

El golpe fue importante para el Murcia, que en los primeros minutos de la segunda parte intensificó su dominio y llegó con peligro a la meta defendida por Alberto Flores. Castrín y el propio meta sevillista evitaron el empate murciano en un cruce del defensa y en una parada del portero sevillista en un balón que acabó dando en la madera tras un disparo de David Vicente.

Sin embargo, el filial aguantó el asedio de los locales y logró encontrar el premio a diez mimutos del final, cuando Mateo Mejía sentenciaba al culminar una gran jugada, provocando que el partido se tuviera que detener cerca de 20 minutos por el lanzamiento de objetos al terreno de juego por parte de la grada local.