Los sevillistas Youssef En-Nesyri, Yassine Bono y Munir El Hadadi están viviendo una situación conflictiva y llena de incertidumbres en la concentración de la selección de Marruecos en Guinea Ecuatorial, donde este lunes ambas selecciones debían jugar un partido de clasificación para el Mundial de Qatar.

Un despliegue militar en la capital de Guinea, Conakry, así como disparos en las calles hace temer que se produzca un golpe de estado contra el actual Gobierno, presidido por Alpha Condé, hacia cuya residencia en el Palacio Presidencial se dirigían tanques blindados y un fuerte aparato militar.

El partido corre riesgo más que fundado de suspensión y aunque se ha garantizado la seguridad de los futbolistas de Marruecos, como es lógico, éstos no están tranquilos, pues se escuchan disparos desde el hotel y no se sabe el alcance real de los movimientos.

Marruecos jugó el pasado jueves ante Sudán (2-0), un duelo que jugaron Bono y En-Nesyri.