Aceptar el insomnio es el primer paso en el camino a superarlo

Pasarse la noche en vela de un lugar a otro del hogar u ocupar el tiempo nocturno con tareas son conductas inducidas por la incapacidad de quedarse dormido · Cambios en los hábitos de vida pueden ayudar a relajarse y conciliar el sueño

Paola García Costas

11 de marzo 2010 - 01:00

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Los niños pequeños duermen hasta 16 horas al día. Los adolescentes necesitan nueve horas al día y los adultos entre cinco y diez, aunque siete u ocho horas son las ideales según los especialistas. Sin embargo, el insomnio es un desorden del sueño que impide dormir durante períodos prolongados de tiempo, e incluso puede impedir a una persona dormirse por completo. Este trastorno puede ser causado por diversas razones, tales como la dieta, la tensión, las drogas o el alcohol, o incluso por ciertas emociones como el miedo o el pavor. A veces una persona sufre de insomnio porque sencillamente su mente está inquieta y preocupada y otras veces quizás no pueda dormir debido a razones físicas como un dolor.

Una fuerte presión en la pierna derecha motivada por tres hernias discales impedía dormir a Carmen Peña, de 73 años de edad. "Pasaba las noches de la cama al sillón, del sillón al sofá buscando la postura que evitara la presión que sentía en la pierna y, así, conciliar el sueño", cuenta. Actualmente, con el tratamiento a su dolor si bien ella se siente mejor duerme con la ayuda de un fármaco y de homeopatía.

El insomnio puede ser una respuesta temporal ante el estrés, pero si ello dura más de dos semanas e interfiere en la vida diaria de la persona puede ser algo más serio susceptible de tratar desde la farmacopea, la fitoterapia, la psicoterapia, las técnicas de relajación así como provocar cambios en los hábitos de vida.

Joan Pau tiene 26 años y sufrió insomnio con especial intensidad durante la adolescencia y primera juventud , entre los 15 y 20 años aproximadamente. "Lo atribuyo a mi carácter más bien ansioso y a mis dificultades para poner freno a los pensamientos y las preocupaciones, especialmente de noche. Quizá también al consumo de café", explica. Sus noches de vigilia, según cuenta el joven, empezaban con pensamientos recurrentes, "sobre todo, el que debía dormirme reforzando la ansiedad y la dificultad para conciliar el sueño. Además soy bastante susceptible a cualquier ruido nocturno". Para tratar el insomnio Joan Pau redujo la ingesta de café a tres tomas diarias como máximo, y tomó relajantes naturales (tila y valeriana) en forma de infusiones o pastillas. Además, él ha aplicado los consejos de los expertos del sueño, que recomiendan iniciar el proceso de relajación horas antes de ir a la cama evitando actividades de mucha concentración, exposición excesiva a la televisión, actividades relacionadas con el trabajo, etcétera. "Habitualmente también me resulta relajante la evocación de imágenes artísticas o paisajísticas. Y ocasionalmente también he intentado aplicar la máxima de si quieres dormir, intenta mantenerte despierto, puesto que así el cuerpo reacciona relajado, aunque en este caso sin mucho éxito", describe. Actualmente, él tiene dificultad para dormir "en vísperas de empezar una nueva actividad o trabajo o cuando hay una preocupación acuciante, entonces suelo pasar la noche en blanco; pero el insomnio se ha ido diluyendo notablemente en los últimos cinco años". Joan Pau defiende que se debe a " maduración personal, mayor tranquilidad y autocontrol; y también a factores externos que me han proporcionado estabilidad, tanto en el trabajo como en la vida afectiva".

Del mismo modo, Mario Ramos destaca la existencia de estabilidad en los distintos campos de su vida en las épocas donde tiene un sueño más normalizado. "En esos momentos tengo mis problemitas, pero los tomo con calma para que no me afecten demasiado, digamos que he cambiado un poco mi visión del mundo, de la vida, mi propia filosofía para mantener un equilibrio", expone. Mario comenzó con los problemas de insomnio cuando tenía 17 años y ha tenido períodos en los que dormía apenas un par de horas como máximo al día. Tras varios días así, llegaba uno en el que se pasaba durmiendo más de 20 horas. En su caso, él cree que el trastorno nocturno se debe a "factores psicológicos más que puramente físicos, ya que es mi cabeza la que me dice que hay algo que resolver, pensar o reflexionar. No te deja nunca, esta ahí como digo yo llamando todo el tiempo para que le des alguna solución. No importa si es una estupidez o no, basta que yo lo sienta distinto que sé que ya no dormiré por la noche ", dice. Mario cuando no puede dormir pinta, escribe, sale a dar vueltas por la ciudad para hacer fotografías. Como anécdota, según narra, " recientemente terminé un cuadro de pequeñas dimensiones. Se trata de una copia de una Virgen con niño de Rafael Sanzio para un familiar mío. Durante los días en los que lo pintaba dormía tres horas como máximo pues tenía que seguir trabajándolo hasta terminarlo" . Hace dos años decidió acudir al médico y tratarse con medicamentos para dormir, "tras probar ciertos fármacos buscando una solución al problema, no es que llegara a desarrollar una dependencia, pero tengo que reconocer que hay que andar con cuidado, ya que sientes como el cuerpo te lo pide. Por ello, es imprescindible seguir las recomendaciones de un especialista y no exceder nunca los limites". Actualmente, para normalizar su horas de sueño opta por cambios en el estilo de vida, "siempre intento irme a la cama cansado físicamente. Así que llego del trabajo a las seis y media de la tarde y voy al gimnasio un par de horas ".

En este sentido, para contribuir a mejorar el sueño se aconsejan pautas como acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, relajares con un baño caliente, leyendo o escuchando música suave antes de ir a la cama; hacer ejercicio físico durante 30 minutos todos los días pero nunca antes de irse a dormir sino de tres a seis horas antes; mantener confortable la habitación con una temperatura agradable, intentado disminuir los ruidos en la medida de lo posible, y manteniéndola a oscuras; tratar de no hacer siesta durante el día y utilizar la cama solo para dormir y tener intimidad no para ver la televisión, comer , revisar documentos del trabajo, o hablar por teléfono.

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