Asertividad: qué es y cómo practicarla
Se trata de una de las competencias sociales más importantes para el día a día y la que puede ayudarte a conseguir tus objetivos.
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Para mantener relaciones sanas, ya sean personales, románticas o de trabajo, es necesario saber comunicar nuestras necesidades sin agresividad u hostilidad hacia el receptor. Cuando esta comunicación se hace desde el respeto y la empatía se denomina asertividad. Pero, ¿Qué es y cómo llegar a usar esta habilidad social para nuestro día a día?
Concepto de asertividad
La asertividad se trata de una competencia social por la que se es capaz de profundizar en los sentimientos de uno mismo, pero sobre todo de exteriorizarlos. La expresión de estos sentimientos, opiniones o emociones se realiza desde el respeto a uno mismo, sabiendo colocar límites a los demás pero sin ser agresivo en la comunicación.
Lo que prima en este tipo de comunicación es el respeto, tanto a los demás como a uno mismo. La asertividad es el punto en el que confluyen los intereses de uno con los intereses del otro, teniendo en cuenta las necesidades de ambos y buscando la mejor solución para todos.
Cómo ser más asertivo
Es muy importante aprender a relacionarse de forma asertiva, ya que esto repercutirá de forma muy positiva en todas las relaciones interpersonales. Quien no ha trabajado la asertividad, o se niega a ser una persona asertiva, tiende a tener problemas debidos a su forma de relacionarse. Ya sea en el trabajo, en pareja o con amigos, además de que estos conflictos nacidos de una comunicación poco fluida o insuficiente no suelen resolverse de una forma rápida.
Desde la psicología social y cognitiva se establecen dos razones principales por las que una persona no es asertiva. Por un lado se puede deber a su percepción de que no tiene ningún tipo de derecho a sus creencias u opiniones. O puede situarse en el polo opuesto, piensan que sus derechos deben de situarse por encima del de los otros usando la agresividad como herramienta de comunicación
Técnicas para poner en práctica la asertividad de manera eficiente
Llegar a ser una persona asertiva no es un camino de rosas, ni algo que se consiga de hoy para mañana, es más bien un proceso por el que se va aprendiendo con la práctica diaria. Existen una serie de tácticas de asertividad que potencian esta habilidad social y con las que se puede comenzar un entrenamiento que busque llegar a ser una persona más asertiva.
Algunas son la técnica del disco rayado, la descripción objetiva o la más sencilla de todas, aunque a la vez más compleja: preguntar.
El disco rayado consiste en sostener una postura dentro de la cual no cambies de opinión e ir repitiendo tus argumentos de forma tranquila y sosegada. Por otro lado, la autorevelación se trata de exteriorizar desde tu punto de vista y en primera persona como uno mismo se siente al respecto de la situación en la que se vea en vuelto. Esto sirve tanto para emociones y sentimientos como para opiniones.
Por último, preguntar. Preguntar se basa en no dar nunca nada por sentado, manteniendo una comunicación fluida sobre lo que la otra persona siente o quiere, sin dejar nada a la imaginación.
Para llegar a ser asertivo hay que desarrollar habilidades sociales que serán muy útil para la vida cotidiana, pero ser una persona asertiva no quiere decir llevar siempre la razón, sino poder expresarnos libremente y desde el respeto, sin ser juzgados y teniendo derecho a equivocarnos.
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