El incendio de Benirrás en Ibiza ya es el más importante de la última década en Baleares, al haber superado las 400 hectáreas de superficie quemada, que podrían aumentar dada la dificultad que están teniendo los medios aéreos y los técnicos terrestres para controlar las llamas a causa de las altas temperaturas que castigan la isla y del viento variable.

Además, el Gobierno balear reveló ayer que el fuego se originó por una negligencia en una cueva en la que reside una comunidad hippy cercana a la zona en la que se encontraban los coches estacionados y, por tanto, no fue la explosión de uno de estos vehículos lo que causó las llamas como se pensó en un principio.

Por su parte, el presidente del Gobierno balear, Francesc Antich, reconoció las "dificultades" con las que se están encontrando el equipo de emergencias para controlar el incendio ya que, se enfrenta a una "orografía muy difícil" en un "bosque muy espeso".