Hace unos días el sol bañaba los cuerpos de los relajados veraneantes que disfrutaban de sus vacaciones de verano. Ahora deben volver a afrontar el estrés de la rutina con la mente aún puesta en la playa. Tristeza, irritabilidad, desmotivación... Son sólo algunos de los sentimientos que reflejan la "depresión" que causa volver al trabajo después de un largo período de descanso. Los expertos lo llaman síndrome posvacacional y alertan de que a los síntomas citados anteriormente se le unen otros como insomnio, dolores de cabeza e incluso alteraciones en el apetito.

En España, el 57% de los trabajadores reconocen que sufren el popular síndrome, según lo recoge un estudio elaborado por la empresa Randstad, después de realizar una encuesta a un total de 1.593 personas por toda España. Una de las conclusiones de este estudio ha sido la de crear el perfil del afectado, que sería el de una mujer española, de entre 25 y 29 años, con estudios universitarios. Así, las mujeres lo sufren más que los hombres mientras que los jóvenes menores de 30 años son los más vulnerables ante este síndrome.

Para la mitad de los consultados, los síntomas desaparecen en pocos días, ya que afirman que no necesitan más de tres jornadas para estar al 100%. En cambio, un 25% reconoce necesitar una semana para volver a la normalidad mientras que para un 16% siete días siguen siendo aún insuficientes para recuperarse de la vuelta al trabajo.

Por comunidades autónomas, Baleares, Cataluña, La Rioja, Madrid y País Vasco son las que destacan por tener a los trabajadores que más sufren el síndrome posvacacional. Por el contrario, Castilla-La Mancha, Cantabria, Murcia, Asturias y Castilla y León son las autonomías donde los trabajadores regresan con mayor normalidad a sus puestos de trabajo.

Volver a la rutina es más complejo de lo que parece a simple vista. La principal recomendación para incorporarse al trabajo con las pilas cargadas es mantener una mentalidad positiva, lo que ayuda a enfrentar mejor el estrés. Establecer tras la llegada una comunicación fluida con los compañeros también ayuda. Una primera reunión informal con los compañeros permite tener una idea de lo que ha ocurrido en la empresa tras el descanso y permite conocer los asuntos urgentes que influenciarán la prioridad del trabajo a la vuelta.

Randstad añade algunos consejos para llevar mejor el síndrome. Intentar no volver de las vacaciones y trabajar al día siguiente, planificar tareas y establecer un orden de importancia y comenzar el trabajo de forma progresiva permite asumir lentamente que el periodo de vacaciones terminó. Al trabajador sólo le queda dejar la playa y el descanso en un segundo plano y asumir de la mejor forma posible la cruda realidad.