¿Puedo reclamarle un aire acondicionado a mi casero?
Si queremos poner un aire acondicionado en una casa en la cual somos inquilinos, lo primero que debemos hacer es revisar el contrato.
Lo que debes saber sobre el gas de tu aire acondicionado
El verano está a la vuelta de la esquina, eso significa que llegan las altas temperaturas y el calor infernal en muchos puntos de España.
Para combatir estas altas temperaturas durante todo el verano, muchas personas deciden irse a la playa o aprovechar la piscina comunitaria o propia. Por otro lado, aquellos que no pueden ir a la playa o la piscina combaten el calor con ventiladores o con el aire acondicionado.
No obstante, existen casas que no están dotadas de una máquina de aire acondicionado. Si alquilamos una casa y no cuenta con ello, podemos pasar un verano muy duro, ya que el ventilador cuando hay altas temperaturas puede refrescar un poco, pero no llega al nivel de un aire. Aquí es donde viene la pregunta que todos nos hacemos.
¿Debe el arrendador poner aire acondicionado a su inquilino?
Si queremos poner un aire acondicionado en una casa en la cual somos inquilinos, lo primero que debemos hacer es revisar el contrato, ya que si en este no se dice nada en relación al aire, el arrendatario no podrá exigirle al propietario que lo instale, ya que en el contrato no se ha pactado nada sobre el tema.
Si esto es así, siempre podemos acogernos al artículo 21.1 LAU 1994 el cual dice: “El arrendador está obligado a realizar, sin derecho a elevar por ello la renta, todas las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad para servir al uso convenido, salvo cuando el deterioro de cuya reparación se trate sea imputable al arrendatario a tenor de lo dispuesto en los artículos 1.563 y 1.564 del Código Civil.”
Podemos optar por hablar con el propietario e indicarle la intención de instalar un aire acondicionado ya que, además,l artículo 23 de la Leyes de Arrendamientos Urbanos establece que el arrendatario no podrá realizar obras que modifiquen la configuración de la vivienda sin el consentimiento del arrendador.
Además, al hablar con el arrendador, podemos llegar a un acuerdo sobre quién es el que asume el coste de la instalación y quién se queda el aparato una vez finalice el contrato. En todo caso, es importante disponer del consentimiento del propietario por escrito, así como el modelo de aire acondicionado, dónde y cómo se instalaría.
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